miércoles, 17 de octubre de 2007

DICTADURA : BOLIVIA (TERCERA PARTE)

ESTE ES UN INFORME DE LA OEA (ORGANIZACION DE ESTADOS AMERICANOS)


CAPITULO II

EL DERECHO A LA VIDA1



A. Consideraciones Generales

1. La Constitución boliviana de 1967, actualmente vigente, en su Artículo 7 consagra, con arreglo a la ley que reglamente su ejercicio, el Derecho a la Vida, como uno de sus derechos fundamentales.2

2. El Artículo 26 del Código Penal establece que la pena de muerte se aplicará a los delitos de parricidio, asesinato y traición a la patria.3

3. Si se analiza esta norma frente a otros ordenamientos constitucionales tales como el Artículo 17 de la Constitución, el que establece que "en los casos de asesinato, parricidio y traición a la patria, se aplicará la pena de 30 años de presidio sin derecho a indulto", encontramos una clara contradicción entre las dos normas, debiendo prevalecer en su aplicación esta última a la luz del Art. 228 de la Constitución Nacional.4

4. A pesar de que la Comisión no ha recibido denuncias de aplicación efectiva de la pena de muerte en virtud de la citada norma legal desea precisar que, en su opinión, esta disposición es contraria no sólo de la Constitución sino al espíritu del mismo Código que señala en su Art. 25 como fines de la sanción penal la enmienda y readaptación social del delincuente.5



B. Denuncias de Violaciones del Derecho a la Vida

1. La Comisión se referirá en esta sección a las denuncias que sobre alegadas violaciones del Derecho a la Vida ha recibido a partir del pronunciamiento Militar del 17 de julio de 1980, y en las cuales se imputa a diferentes fuerzas de seguridad o a agentes gubernamentales la muerte de diferentes personas.

Entre las denuncias recibidas por la CIDH pueden citarse las siguientes:

2. Caso 7458 – Marcelo Quiroga Santa Cruz

El 23 de julio de 1980 la Comisión recibió una denuncia en la cual se alegaba el asesinato de Marcelo Quiroga Santa Cruz, líder y candidato a la Presidencia del Partido socialista Boliviano, durante el allanamiento que adelantaron fuerzas de seguridad el mismo día del golpe militar en la sede de la Central Obrera Boliviana, en momentos en que se desarrollaba una reunión del Comité Nacional de Defensa de la Democracia CONADE.

En comunicación del 23 de agosto de 1980, la Comisión se dirigió al gobierno boliviano solicitando la información que considerase oportuna acerca de los hechos denunciados.6 Posteriormente, la Comisión reiteró en carta del 16 de diciembre de 1980 la solicitud de información haciendo referencia a las disposiciones reglamentarias.

Hasta la fecha el Gobierno de Bolivia no ha respondido a los pedidos de información. Sin embargo, la CIDH ha recibido documentos y testimonios de personas que presenciaron los hechos en los cuales murió el señor Quiroga Santa Cruz, los cuales le permiten concluir que agentes gubernamentales de una manera irregular le ocasionaron la muerte.

El siguiente testimonio recibido por la Comisión fue elaborado por un testigo presencial de los hechos, cuyo nombre ha sido omitido por petición expresa de los denunciantes.

A las 9:10 del día 17 de julio se recibió la noticia el alzamiento militar en Trinidad, por Radio Fides. Es interesante notar que al principio mucha gente desestimó la importancia y urgencia del pronunciamiento militar. Al contactar a los miembros de la COB para llamar a una reunión d CONADE, el Secretario, de la Organización dijo que ya se conocía la noticia y que se consideraba un movimiento aislado, razón por la que se pensaba convocar a una reunión por la tarde. Sólo con mucha dificultad se pudo cita a los componentes de CONADE para las 11:00 a.m. Algunos querían esperar hasta tener una información más completa y repetían los mismos argumentos de siempre contra la posibilidad de un golpe de Estado en el actual momento.

Lo peligroso de este golpe es que muestra que estamos entrando en una era en la que será posible imponer sistemas represivos sin la más mínima justificación ideológica, social y política. Hay otras implicaciones de este golpe todavía más siniestras que habrá que analizar.

Al llegar a la sede de la COB a las 10:30 a.m. nos encontramos con los miembros de la CONADE, muchos periodistas y personas observadoras, unas 50 personas en total. Los periodistas pasaban continuamente a sus respectivas radios la noticia de que CONADE se reuniría a las 11 para considerar la situación imperante. Entramos en la oficina de Lechín puntualmente. Antes de la iniciación de la reunión se insistió en la necesidad de que el Dr. Víctor Paz Estenssoro también estuviera presente o, en su defecto, algún representante suyo, lo cual no se logró. Estuvieron presentes representantes de partidos políticos, dirigentes de la Central Obrera Boliviana, de la Federación de Mineros, representantes de instituciones religiosas y de derechos humanos, todos ellos miembros componentes de CONADE. Había además otras personas que no habían asistido en anteriores reuniones.

Se empezó inmediatamente a discutir el contenido del documento que habría de redactarse. Marcelo Quiroga Santa Cruz expuso su criterio de que la situación era sumamente grave y que CONADE tenía que actuar con firmeza y rapidez declarando el bloqueo y paro en los Departamentos donde el golpe ya había estallado. Lechín fue todavía más radical diciendo que era probable que ni la COB ni CONADE TENDRÍAN OTRA OPORTUNIDAD DE REUNIRSE Y QUE HABÍA QUE DECRETAR EL BLOQUEO Y EL PARO EN TODO EL PAÍS A PARTIR DE HORAS 15:00. Este criterio fue aceptado y se empezó a redactar el documento.

A las 11:15 se confirmó la noticia de que Santa Cruz se había plegado al golpe y los redactores se apresuraron a terminar con el documento. A las 11:30 Lechín leyó el decreto de Paro y Bloqueo a la prensa oral y escrita. Algunas personas salieron entonces de la reunión en la tarde. Se tuvo que solicitar a las personas que no eran de CONADE que abandonaran la sala.

Antes de comenzar la reunión entraron varios periodistas y un camarógrafo de la TV para filmar la lectura del documento por Simón Reyes. Al llegar a la mitad de la lectura del mismo, a las 11:40 a.m. escuchamos tiros de armas automáticas dirigidas contra el edificio de la COB. No sabíamos que pensar, creíamos que fue un jeep que había tirado al pasar para asustar a los asistentes, pero enseguida se largó una ráfaga fuerte que alcanzó a la sala donde estaban reunidos los miembros de CONADE y también a la antesala donde esperaba otra gente. Todos se echaron al suelo entre mucho vidrio roto y las lámparas humeantes del equipo de TV. Pasaron unos segundos más, hasta que más ráfagas y tiros sueltos convencieron a todos que se estaba produciendo un asalto a la COB. La gente empezó a arrastrarse por el suelo, algunos tratando de encontrar un lugar para esconderse, otros buscando la manera de escapar. El grupo en que estaba Marcelo buscaba una salida por el patio de atrás, llegó a un cuarto que daba a este patio, pero se vio que los paramilitares habían rodeado el edificio, por lo menos había una paramilitar atrás y tal vez más. Empezó una baleadura al cuarto donde estaba el grupo, la mayor parte el cual pasó al cuarto del lado que no tenía ventanas y era más seguro. En este grupo había un total unas 15 personas más o menos. Unas 10 o 12 personas estaban sentadas en el cuartito sin ventanas y unas 4 o 5 en el cuarto grande. Los de adentro consultaron entre sí rápidamente y se concluyó que había que rendirse antes de que los tiros los alcancen. Germán Crespo empezó a gritar "Nos rendimos, estamos sin armas, nos damos. somos de la Iglesia". A lo que la respuesta fue otra ráfaga con unos tiros sueltos más. Germán volvió a repetir lo mismo. Un paramilitar gritó: "Bien. Entendido. Salgan de allí". Nadie se movió. Todos pensaban que los iban a ametrallar al salir. Germán gritó otra vez: "Somos de la Iglesia, estamos sin armas". El paramilitar: "Por eso, salgan de allí con las manos en la nuca". Nadie se movió, forzando a los paramilitares a entrar al cuarto con mucha desconfianza y cautela, como esperando una trampa. Entraron unos 6 o 7 uno por uno, cada uno con la espalda contra la pared hasta que todos estaban adentro, era la primera vez que podíamos verlos, todos estaban con el rostro descubierto, vestidos de civil de distintas maneras, eran bolivianos de aspecto, morenos y hablaban sin acento. Todos portaban el mismo tipo de arma automática (rifle de cañón mediano con clip). Nos empezaron a sacar del cuarto, a algunos a empujones para apurarnos, diciendo "rápido, más rápido". No me acuerdo quien salió primero, ni el orden de salida, buscando la manera de escapar me fui atrasando. Pero no hubo caso, y tuve que salir el tercero o cuarto. Nos llevaron hasta la escalera y empezamos a descender. Habían unos 3 o 4 paramilitares en el pasillo entre el cuarto y las escaleras. Yo me demoraba en bajar, otros bajaban rápido. Nos dijeron que bajáramos en fila india, por eso me sorprendió cuando me pasó Marcelo, caminando muy rápido, casi corriendo. El había pasado delante de los 6 paramilitares del cuarto y los 3 del pasillo sin que ellos lo reconocieran. Los paramilitares estaban disparando continuamente; no se sabía si estaban matando a otros en el edificio o si lo hacían para apurarnos. A la altura del primer piso, habían dos paramilitares más, uno de ellos, un petizo, reconoció a Marcelo cuando éste le estaba pasando, lo jaló por el saco gritando: "aqui esta Quiroga". Marcelo trató de desprenderse, diciendo "estoy sin armas, quiero bajar con los otros". El paramilitar dijo "cabrón, cojudo, te vas a quedar con nosotros". Pero Marcelo, con las manos siempre en la nuca, hizo un esfuerzo y se desprendió del paramilitar y empezó a bajar la escalera dentro del primer piso y la vuelta de la escalera a la calle. El petizo se puso furioso (yo había dejado de bajar y estaba mirando inmóvil) y gritó "si no te paras te disparo". Marcelo inmediatamente se paró, dio la vuelta para dar la cara y no la espalda a los paramilitares, todavía con las manos en la nuca. En ese mismo instante, uno de los paramilitares disparó a Quiroga de una distancia de unos 3 o 4 metros y Marcelo cayó fuertemente de espaldas, evidentemente alcanzado por la bala. Cayó herido, del lado izquierdo, quedándose en el quinto peldaño. Otra vez los paramilitares nos apuraron a bajar y al pasar a Marcelo miré para ver si podía detectar el lugar de su herida, que debido a su manera de caer, me pareció que tenía que ser en el pecho izquierdo, pero como tuve que pasar casi corriente, no lo noté.

Al salir a la calle, vi que los paramilitares habían cortado el paso de peatones en la vereda y que desde la COB hasta la Plaza del Estudiante, despojaron la calle, una distancia de 40 a 50 metros. Nos hicieron dar la vuelta a la derecho y empezamos a caminar por la vereda hacia abajo donde estaban estacionadas unas 3 ambulancias blancas a unos 40 metros de la COB, aparentemente para que nadie advierta el operativo desde la COB. Pasamos a unos 2 o 3 paramilitares que estaban alineados en la vereda. Uno de ellos se acercó a la primera ambulancia, abrió la puerta y gritó "adentro". Germán Crespo era el primero de la fila y estaba a unos 5 metros de la ambulancia cuando los paramilitares se pusieron nerviosos porque muchos peatones de la vereda del frente empezaron a cruzar la calle y acercarse a nosotros para ver mejor lo que pasaba. Alguien gritó "somos de CONADE" y los paramilitares empezaron a disparar al aire para dispersarlos descuidando la fila por un momento. En ese mismo instante algunos presos estaban pasando el Edificio Avenida, que tenía su entrada cerrada por una cortina de hierro, pero una puerta pequeña que no estaba del todo cerrada; aprovechando la distracción momentánea de los paramilitares 4 de nosotros logramos meternos por la puerta pudiendo escapar.

Las autoridades bolivianas no permitieron que se realizara una autopsia del cadáver de Marcelo Quiroga. En ese mismo operativo murió también el dirigente minero Catavi Gualberto Vega. La CIDH espera una investigación seria de los hechos que permita sancionar a los responsables. La información que suministró el Gobierno en su nota del 17 de noviembre de 1980, no aportó ningún elemento de convicción que permita desvirtuar el contenido de la denuncia.

La CIDH, en su 53º período de sesiones conoció de este caso, adoptando una Resolución sobre el mismo en la cual observa al Gobierno boliviano que a la luz de los antecedentes recogidos, las circunstancias irregulares en que murió el señor Marcelo Quiroga, constituyen gravísima violación a los derechos fundamentales. También, la Comisión recomendó disponer una investigación completa e imparcial, para determinar la autoría de los hechos denunciados y sancionar a los responsables, solicitando al Gobierno que en un plazo de 90 días informase acerca de las medidas tomadas para poner en práctica estas recomendaciones.

Vencido el plazo, sin recibir respuesta del gobierno, la Comisión ha decidido publicar esta Resolución en su Informe Anual a la Asamblea General.

3. Caso 7481: Población de Caracoles

El 22 de agosto de 1980, se recibió la siguiente denuncia con relación a los hechos ocurridos en la Población de Caracoles.

El regimiento MAX TOLEDO de Viacha, una fracción del regimiento "TARAPACA" y el regimiento "CAMACHO DE ORURO" atacaron CARACOLES con cañones, morteros, tanques y avionetas de guerra. Los mineros se defendieron con piedras, palos y algunas cargas de dinamita. Hasta el lunes en la tarde la mayor parte de los mineros fueron exterminados y los sobrevivientes huyeron a los cerros y otros a las casas de "Villa Carmen". Las fuerzas del ejército los persiguieron, ultimando a los hombres en sus casas, a otros apresaron y torturaron y a muchos les atravesaron con bayonetas. También a los heridos los degollaron.

A un minero en plena plaza le metieron dinamita en la boca y le hicieron volar en pedazos.

Saquearon las viviendas y cargaron los camiones con televisores, máquinas, radiotocadiscos 3 en uno, termos, camas, dinero, mercaderías en las tiendas, la agencia de Manaco y Zamora, la pulpería, etc.

A los niños les azotaron con cables y les hicieron comer pólvora. A los jovencitos les hicieron echar sobre vidrio quebrado, obligando a las madres pasar sobre ellos, luego los soldados marcharon encima de ellos.

Los del ejército parecían fieras salvajes porque estaban drogados y no vacilaron en violar a las señoras y también a las jovencitas y hasta niñas.

Sacrificaron ovejas, gallinas, cerdos, etc., cargándoselos a los camiones.

El martes 5 de agosto, al amanecer han cargado a los muertos, herido en 3 camiones rumbo a la Paz. Hasta el día viernes siguieron trayendo a los presos amarrados con alambres.

A las mujeres les prohibieron recoger a los muertos para darles cristiana sepultura, diciéndoles: "no hay orden". Recién el viernes dieron orden para buscar a los muertos, pero sólo encontraron sacones, pantalones, chompas, jarros, calzados, etc., empapados de sangre, los muertos habían desaparecido. Algunos fueron echados en una fosa detrás del cementerio a los cuales no se les dejó identificar. Hay más o menos 900 desaparecidos. No se sabe si están vivos o muertos.

Adjuntamos algunos nombres de desaparecidos, heridos, muertos y presos:

1. MUERTOS

Olimpia de Sánchez
Francisco Choque
Rufino Apaza
Julio Hueso
Quintín Colque
Ignacio Miranda
Pedro Choque
Rufino Chambi

2. Tres señoras que murieron con hemorragia a causa de las violaciones.

3. HERIDOS

Martin Urquiola
Alberto Inca
Andrés Villca (12 años) se volvió loco
Jorge Choque

4. DESAPARECIDOS

Alejandro Miranda
David Salazar
Agustin Chile (menor de edad)
Antonio Inca
Monje Quispe
Pacífico Vargas
Alberto Gonzalca
Juan Namani
Octavio Argollo
Genaro Zonco
José Gutiérrez
Juan Charcas
Felix Flores
Florencio Mamani

5. PRESOS

José Mina
Ponciano Mina
Valentín Lobo
Antonio Pérez
Dionisio Laura
Desiderio Mamani
Pedro Mérido
Eustaquio Flores
Juan Mérida
Genaro Chipana
Luis Zegorro
Benanco Pérez

6. PRESOS (fueron despachados en avión rumbo a "Puerto Rico, Pando")

Ladiuldo Vargas (Estudiante del colegio de Cuarto medio)
Pedro Inca
Primo Limachi
Mario Luna

Mediante comunicación del 29 de agosto de 1980 la Comisión transmitió las partes pertinentes de la denuncia al Gobierno de Bolivia, solicitándole que suministrase la información que considere oportuna.

El Gobierno boliviano no ha respondido a la Comisión, a pesar de haber reiterado la solicitud de información por nota del 16 de diciembre de 1980.7

Para la Comisión ha sido difícil poder establecer con exactitud como ocurrieron los hechos denunciados y cual fue efectivamente la magnitud de los sucesos. Ello es aún más difícil si el Gobierno no informa o suministra adecuadamente los detalles que le permitan conocer de manera objetiva lo que realmente ocurrió.

Las informaciones que en todo caso ha podido recolectar la CIDH indican que los pobladores del Pueblo de Caracoles, mineros en su gran mayoría, el 17 de julio se declararon en huelga en señal de protesta por el Golpe Militar y optaron por impedir el acceso de las Fuerzas Armadas al pueblo.

Las fuentes indican que los habitantes habían minado las vías de acceso al pueblo y en su poder se encontraban algunas armas. La iglesia adelantaba gestiones con el fin de lograr que los mineros se reintegraran a sus labores. En estas circunstancias pareciera se llevó a cabo la operación militar que ocasionó, en todo caso, la muerte y detención de un número considerable de personas.8

De acuerdo a una versión recibida por la Comisión, los hechos ocurrieron así:

Era el domingo 4 de agosto cuando entraron a la población 13 camiones y dos tanquetas de los regimientos Camacho, Huachacala y Bolivar a la población de Caracoles. Nosotros nos manteníamos en huelga desde el 17 siguiendo las instrucciones de CONADE. Se nos dijo que había que resistir hasta el 6 de agosto y para ello nos preparamos. Se reunieron algunas armas cortas y dinamita, baterías de auto y se minaron los caminos de acceso. El viernes habíamos tenido asamblea y esperábamos instrucciones pero faltaba coordinación. En esa Asamblea se decidió no quedar más a la defensiva y hacer acciones de ofensiva.

Estaba con nosotros un dirigente de la COB y tres de la Federación Sindical de Trabajadores Mineros de Bolivia (FSTMB), pero no se tenía comunicación con el exterior, pese a que se logró conexión con los Yungas y otras zonas campesinas. Los campesinos se concentraron en Caracoles. Eran 1200 a 1500, Cada uno se quedaba 3 días y luego iba a traer alimentos. Los últimos días no teníamos para comer y las pulperías estaban prácticamente desabastecidas pero teníamos comida porque la traían las compañeras de choque, en las células y en las asambleas. Eran el contacto con Caranavi, Cañadon Antequera y Zongo.

El domingo divisamos la tropa y preparamos la resistencia. Una señora denunció que el camino estaba minado y que llegaron a pie. Se mató en combate a un teniente y en ese primer encuentro hirieron a varios militares. El teniente tenía un hermano) teniente coronel en El Alto y este al enterarse que murió su hermano llegó con 19 camiones "camanes" morteros y más tanquetas. El lunes ya los mineros no tenían munición y fue una carnicería. El combate fue primero en Sayacilla y Tacuni. El pueblo civil se escondió en el hospital. A las 5:30 de la madrugada una ambulancia recogió al teniente. Mientras llegaron mineros de San Vicente y de la mina "Argentina", pero el martes ya el triunfo era de ellos y tuvimos que huir. El pueblo parece ahora un cementerio de 1500 trabajadores quedan 400 pues muchos han muerto, están presos o han escapado. Sólo se oye el llanto de los niños y las mujeres.

4. Caso 7739 – Dirigentes del Movimiento de Izquierda Revolucionaria (MIR)

A través de diferentes medios de información, pero especialmente en diversas comunicaciones recibidas el 23 de enero de 1980, la CIDH conoció de la muerte de 8 de los principales dirigentes del Movimiento de Izquierda Revolucionaria (MIR) el día 15 de enero, mientras se desarrollaba una reunión de la dirección nacional de ese grupo político.

La Comisión transmitió en comunicación del 19 de febrero de 1981, esta denuncia al Gobierno, solicitando la información correspondiente. Las partes pertinentes señalaban:

De acuerdo con informes recibidos en la tarde del 16 de enero de 1981, un grupo combinado de fuerzas paramilitares y soldados regulares, actuando bajo instrucciones del Ministerio del Interior, allanaron una casa en la Ciudad de La Paz, en la que se desarrollaba una reunión de líderes del Movimiento de Izquierda Revolucionaria (MIR), partido de carácter radical nacionalista, el cual había ganado 6 escaños en el Congreso en las elecciones de 1979.

Cerca de 15 personas asistían a la reunión incluyendo representantes de la Central Obrera Boliviana. Según los informes, soldados rodearon el edificio y a pesar de que no fue puesta ninguna resistencia nueve personas fueron asesinadas. Se han presentado alegaciones de que algunas de las víctimas fueron objeto de tortura antes de su muerte. Posteriormente en una Conferencia de Prensa, el Ministro del Interior informó que 9 guerrilleros y un policía habían sido asesinados en un enfrentamiento armado.

Se cree que las siguientes personas murieron:

ARTEMIO CAMARGO: Líder de la Federación Sindical de los Trabajadores Mineros (FSTMB). Trabajaba en la mina del Siglo XX.

JOSÉ REYES CARVAJAL: De 41 años, antiguo policía y quien había sido elegido Diputado por la Ciudad de la Paz, por la Unión Democrática Popular en las elecciones de 1980.

JOSÉ LUIS SUÁREZ GUZMAN: Profesor Universitario.
ARIEL MENACHO: De cerca de 50 años, miembro organizador del MIR en Pando.
KOREE BALDIVIESO: De cerca de 35 años, organizador del MIR en Oruro.
RICARDO NAVARRO MOGRO: De cerca de 30 años, Profesor Universitario.
GONZALO BARON: Líder Estudiantil.
RAMIRO VELASCO AVILES: De aproximadamente 35 años de edad.

A pesar de que la Comisión reiteró su pedido de información mediante nota del 13 de abril de 1981, hasta la fecha el Gobierno de Bolivia no ha suministrado los informes pertinentes del caso referido. No obstante lo anterior, la Comisión ha tenido informaciones de diferentes fuentes en el afán de precisar con toda claridad como ocurrieron los hechos denunciados.

En la tarde del 6 de enero de 1981, el Ministerio del Interior por medio del Departamento de Comunicación Social expidió un comunicado en los siguientes términos:

El día de ayer en la tarde a horas 18:00 fuerzas de seguridad del Estado intervinieron una reunión de delincuentes subversivos que se realizada en un domicilio de las calles Abdón Saavedra y Harrington. Rodeado el edificio, los componentes de la reunión ofrecieron resistencia, por que se produjo un combate que duró 20 minutos. En la refriega murieron 9 personas y resultaron 4 heridas. Entre los muertos se han identificado a: Ramiro Hernán Velasco Arce, José Luis Enrique Suárez Guzmán, Freddy Marquez, René Angel Contreras Losa, Rodrigo Arce Gómez, José Alejandro Reyes Carvajal, Mario Luis Paredes Lianos, Arcil Menacho. De las fuerzas de seguridad del Estado fue muerto el agente Juan Rodríguez Luna y heridos 4 otros miembros. A causa del operativo en el mencionado edificio se encontró dinamita en cantidades importantes, armamento, granadas de fabricación cubana; asimismo han sido detenidas varias personas, secuestrada una amplia documentación y profusa panfletería. De su breve examen, pudo establecerse que estaban siendo preparados grupos de elementos extranjeros con encargo de comerciantes, intelectuales, obreros, dirigentes políticos y sindicales, para atribuirles responsabilidad a organismos del gobierno y de las propias FFAA. El Ministerio del Interior, Migración y Justicia comunica a la opinión pública que, con la evaluación de las pruebas existentes procederá a la captura de otros miembros subversivos, cómplices y encubridores de los mismos. La Paz, 16 de enero de 1981.

Los informes indican que la opinión pública recibió con sorpresa el comunicado transcrito dada la relevancia pública de los muertos y asimismo le dio poca credibilidad, puesto que a pesar de que el MIR y la UDP, constituían en ese momento, una de las fuerzas políticas opositoras más claras, en repetidas ocasiones se habían pronunciado en contra de toda forma de terrorismo, señalando su vocación y ánimo democrático.

En uno de los documentos recibidos por la Comisión se señala:9

Sábado 17 de enero – El Arzobispo de la Paz, Monseñor Jorge Manrique calificó como de "insuficiente" las informaciones proporcionadas por el Ministerio del Interior en relación a la muerte de 8 dirigentes del MIR. El Arzobispo que ha adquirido un especial relieve por su permanente denuncia de la violación de los derechos humanos, se mostró reacio a dar total credibilidad a la versión gubernamental de que las muertes se habrían producido a raíz de un enfrentamiento entre los agentes de seguridad y los dirigentes políticos muertos y pidió del gobierno un inmediato esclarecimiento de los hechos.

Por su parte, el Secretario General de la Conferencia Episcopal de Bolivia, Monseñor Alejandro Mestre, anunció que la Iglesia interpondrá sus buenos oficios ante el gobierno para que los cadáveres de los dirigentes del MIR sean devueltos a sus familiares y reciban cristiana sepultura. Esta actitud de la Iglesia fue calificada, en la Paz, como expresiva de un sentimiento generalizado de consternación ante la muerte de los dirigentes miristas, en circunstancias, al parecer, dudosas y que ponen nuevamente en tela de juicio, tanto nacional como internacionalmente, los procedimientos que utiliza el gobierno militar para controlar a una oposición que, al parecer, día que pasa se hace más vigorosa y abierta.

Hernán Siles Suazo y Jaime Paz Zamora, Presidente y Vicepresidente del GUN respectivamente, emitieron una extensa declaración desde la capital peruana, Lima, en la cual denuncian el "salvaje asesinato" de 9 dirigentes del MIR, dando al mismo tiempo, una nueva y distinta versión de los hechos que se habrían producido el día jueves 15 en la ciudad de la Paz, así como una más completa nómina de los políticos muertos por agentes de seguridad del gobierno.

En partes textuales de la declaración se establece que: "el día jueves 15 de enero del presente año, fuerzas paramilitares y de seguridad de la dictadura irrumpieron con criminal violencia en la casa donde se reunía la Dirección Nacional de la Resistencia (DNR) del MIR, que cumplía responsable y consecuentemente su tarea en la resistencia en momentos en que el pueblo boliviano era golpeado por las recientes medidas económicas. Allí mismo --destaca la declaración— en el acto, después de ser salvajemente torturados, fueron asesinados los compañeros: …

Más adelante agrega:

Desmintiendo la versión oficial del día viernes, la declaración agrega: "El régimen usurpador ha presentado su propia y mendaz versión sobre el asesinato de los dirigentes del MIR, añadiendo la calumnia al crimen cuando presente a las víctimas como ‘delincuentes subversivos‘(…) terroristas armados de bombas, con planes macabros para asesinar oficiales del ejército boliviano, y que finalmente cayeron en un enfrentamiento armado con agentes de seguridad’. Esta grotesca versión --continúa la declaración— no puede ser jamás aceptada por el pueblo boliviano, ni por los pueblos y gobiernos aceptada por el pueblo boliviano, ni por los pueblos y gobiernos democráticos. Se trata de un asesinato con precedentes difíciles de encontrar en la larga y compleja historia de nuestro país".

El mismo informa:

Domingo 18 de enero: La Junta Militar entregó los cadáveres de los ocho dirigentes opositores muertos por agentes de seguridad del Estado, cuando se llevaba a cabo una reunión política en un barrio de la ciudad de la Paz. Un comunicado de la Secretaría General de Informaciones, difundido hoy, enfatiza que se "decidió la entrega de los cadáveres de las personas que fallecieron a sus respectivas familias". Agrega el comunicado que los organismos de seguridad procederán a una exhaustiva investigación sobre lo ocurrido el pasado jueves 15 cuando a raíz de un allanamiento murieron ocho dirigentes del MIR. Este anuncio, al parecer, responde a la inquietud demostrada por la Iglesia y otros sectores de opinión, que manifestaron sus dudas acerca de la veracidad de la versión oficial que hablaba de resistencia armada y de enfrentamiento.

Los cadáveres de los dirigentes del MIR, Ramiro Hernán Velasco y Luis Suárez Guzmán fueron enterrados ayer sábado. De acuerdo a la invitación religiosa aparecida en el matutino PRESENCIA, se pudo confirmar que Luis Suárez fue hijo del Gral. Hugo suárez Guzmán. También fue publicado, en el mismo periódico, otra invitación necrológica al entierro del Lic. Ricardo Navarro Mogro, de quien se indica "fue un noble y digno ciudadano boliviano". El Ministerio del Interior no consignó el nombre de Navarro Magro dentro de la lista de ocho dirigentes opositores muertos el pasado jueves por fuerzas de seguridad del gobierno. Se informa que el sepelio se realizó con gran concurrencia de familiares y amigos.

Posteriormente, el 20 de enero, la Junta Militar anunció a través de los diarios "Hoy" y "El Diario", que los Servicios de Inteligencia detectaron y aniquilaron un vasto plan subversivo de alcance internacional, destinado a provocar la concurrencia armada y la toma del poder en el país.

El gobierno Militar aparentemente para dar una respuesta a los pedidos del Arzobispo Manrique, atribuyó tal plan al Movimiento de Izquierda Revolucionaria MIR. El Gobierno publicó una lista de 50 dirigentes miristas, a los que atribuye la organización y responsabilidad del grupo subversivo.

Líderes de la Unidad Democrática Popular de la cual hacía parte el MIR, grupo político que había ganado las elecciones en 1980, reafirmaron que los Miembros del MIR fueron salvajemente asesinados y que la Junta Militar falsea los hechos mediante comunicados que aluden a enfrentamientos y planes subversivos.10

En el mes de febrero de 1981 el Ministerio del Interior señaló que los muertos estaban vinculados con el tráfico de drogas. Ante tal hecho los familiares de las víctimas el 15 de febrero publicaron una carta abierta en la cual, en términos muy enérgicos niegan tal sindicación. Informes que ha podido reunir la CIDH señalan que los familiares estaban siendo vigilados por los Organismos de Seguridad.

La CIDH, en su 53º período de sesiones conoció de este caso, adoptando una Resolución sobre el mismo en la cual observa al Gobierno boliviano que las circunstancias irregulares en que murieron estos dirigentes constituyen gravísima violación a los derechos fundamentales. También, la Comisión recomendó disponer una investigación completa e imparcial, para determinar la autoría de los hechos denunciados y sancionar a los responsables, solicitando al Gobierno que en un plazo de 90 días informase acerca de las medidas tomadas para poner en práctica estas recomendaciones.

Vencido el plazo, sin recibir respuesta del Gobierno, la Comisión ha decidido publicar esta Resolución en su Informe Anual a la Asamblea General.

Hasta la fecha la Comisión no ha recibido informaciones del Gobierno, ni conoce si se han adelantado las investigaciones del caso, así como tampoco si se han sancionado a los responsables.11

5. Por otra parte la Comisión debe lamentar las informaciones que ha podido conocer, en el sentido de atribuir a fuerzas paramilitares, que actúan bajo instrucciones y responsabilidad del Ministerio del Interior, hechos que han afectado seriamente el Derecho a la Vida.12

6. Asimismo, se alega que estos grupos obran con gran impunidad en las detenciones, allanamientos e interrogatorios de las víctimas. en situaciones tales como las ocurridas el 17 de julio y el 15 de enero pareciera que esa impunidad obedece a una decisión de altas autoridades gubernamentales de perseguir a cualquier grupo de personas, organización política o sindical que pueda representar una oposición así sea pacífica, a los propósitos de la Junta Militar.

7. Aún cuando es difícil establecer el número de personas afectadas en el Derecho a la Vida y los responsables por su violación, los elementos de juicio de que dispone la Comisión, le permiten concluir que fuerzas de seguridad y grupos paramilitares actuando de manera irregular han ocasionado violaciones a este derecho fundamental.



C. Informaciones recibidas por la CIDH relativas a presuntas desapariciones

1. Preocupa a la Comisión de manera especial algunas informaciones recibidas según las cuales en los días siguientes al golpe militar y dada la total impunidad con que actuaban los grupos paramilitares y oficiales, se presentaron casos de detenciones seguridad con la desaparición de las personas detenidas.

2. La Comisión no puede precisar el número de desapariciones ocurridas durante el lapso que ha transcurrido desde el 17 de julio; sin embargo, algunos casos como los señalados en la denuncia sobre la Población de Caracoles y otras como el de Elías Raphael Flores, Renato Ticona, Raúl Coronel Soto, y José Luis Martínez,13 indican que los operativos que se han llevado a cabo han dejado efectivamente un saldo de desapariciones.

3. El hecho mismo de informar rápidamente sobre una detención, de llevar a los detenidos a lugares o centros no oficiales14 y de que sean grupos militares o paramilitares quienes realizan esos operativos e interrogatorios, hace presumir una responsabilidad por parte del Gobierno en esas desapariciones, a pesar de que, por otra parte, la Comisión ha sido informada de que, hasta ahora, en Bolivia la práctica de desaparecer a los enemigos del régimen no corresponde a una explícita política de las más altas autoridades del país.



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1 La Convención Americana sobre Derechos Humanos en su Artículo 4 establece lo siguiente: 1) Toda persona tiene derecho a que se respete su vida. Este derecho estará protegido por la ley y, en general, a partir del momento de la concepción. Nadie puede ser privado de la vida arbitrariamente.

2 Artículo 7 – toda persona tiene los siguientes derechos fundamentales, conforme a las leyes que reglamenten su ejercicio: a) a la vida, ….

3 La Convención Americana establece en su Artículo 4, numerales 2, 3 y 4 lo siguiente: 2) En los países que no han abolido la pena de muerte, ésta sólo podrá imponerse por los delitos más graves, en cumplimiento de sentencia ejecutoriada de tribunal competente y de conformidad con una ley que establezca tal pena, dictada con anterioridad a la comisión del delito. Tampoco se extenderá su aplicación a delitos a los cuales no se la aplique actualmente. 3) No se restablecerá la pena de muerte en los Estados que la han abolido. 4) En ningún caso se puede aplicar la pena de muerte por delitos políticos ni comunes conexos con los políticos.

4 Artículo 228 – La Constitución Política del Estado es la Ley Suprema del Ordenamiento Jurídico Nacional. Los tribunales, jueces y autoridades la aplicarán con preferencia a las leyes, y éstas con preferencia a cualesquiera otras resoluciones.

5 Por declaraciones del 17 de octubre de 1980 efectuadas por el Coronel Luis Arce, en ese entonces Ministro del Interior, y publicadas en diferentes medios de comunicación, la CIDH tomó conocimiento de que el Gobierno Militar de Bolivia en el mes de noviembre se disponía a expedir una drástica Ley de Seguridad en la cual impondría dentro de las sanciones la pena de muerte. El 13 de noviembre de 1980, el Secretario General de la Conferencia Episcopal Boliviana, Monseñor Alejandro Mestre, dirigió una carta al General Luis García Meza, en la cual la Iglesia Católica presentó serias objeciones a la anunciada nueva Ley de Seguridad y señala que las leyes y la Constitución Política de 1967, son suficientes para mantener el orden interno y garantizar la convivencia ciudadana. Seguidamente el 19 de noviembre el General García anunció que no se dictará una nueva Ley de Seguridad del Estado, pero esto no impedirá que se aprueben medidas complementarias que resguarden el orden, la paz y la tranquilidad.

6 A pesar de que el Gobierno de Bolivia no ha respondido a esta denuncia individual, en la nota que dirigió a la CIDH en el mes de noviembre de 1980, informó que el señor Marcelo Quiroga Santa Cruz había fallecido el 17 de julio de 1980 al resistir la acción de la fuerzas del orden.

7 En la nota informativa remitida a la CIDH el 14 de noviembre de 1980, a la cual la Comisión se refirió anteriormente el Gobierno informó: "En la localidad de Caracoles, como consecuencia de desórdenes, resultaron muertos 4 civiles, un oficial del ejército y un soldado".

8 Según las informaciones de que dispone la Comisión, las áreas mineras se constituyeron en los principales centros de resistencia al Gobierno militar del General García Meza. Como consecuencia el nuevo Gobierno dispuso un control militar estricto de esas zonas. Se han denunciado muertes irregulares, detenciones y diferentes atropellos que atentan contra la vida de los habitantes de estos sectores especialmente en los Centros de Uncla, Huanuni, Catavi, Siglo XX y Miraflores.

Los dirigentes sindicales de Catavi y Siglo XX quisieron establecer un diálogo con las autoridades militares sin resultado positivo.

9 "Bolivia Semanal", Editor: PADI (Quito, Ecuador) del 12 al 18 de enero de 1981. Las fuentes de información de este semanario son de carácter público y proceden de agencias internacionales de noticias, de periódicos de Bolivia y de Latinoamérica.

10 Testimonios señalan que, José Reyes, uno de los líderes asesinados, al iniciarse el operativo salió a la calle a entablar un diálogo con el grupo que realizaba el mismo, siendo ametrallado.

11 El 5 de febrero el Consejo Episcopal Permanente suscribió un documento que lleva la firma del Cardenal Clemente Maurer y 16 Obispos en el cual exige del Gobierno el esclarecimiento de los hechos ocurridos el 15 de enero, y denuncia la continuación de las prácticas de tortura física y psicológica para los detenidos políticos, pidiendo la sanción para sus autores.

12 Informaciones recibidas por la Comisión señalan que el dirigente campesino Florencio Gabriel, falleció el día 3 de junio de 1981, como consecuencia de los malos tratos recibidos durante las tres ocasiones en que fue detenido.

13 En la situación de José Luis Martínez, la CIDH ha recibido informes sobre la detención, la cual se realizó el 12 de diciembre de 1980 en su residencia, sin que hasta la fecha haya sido reconocido aún cuando extraoficialmente se afirma que se encontraría en la localidad de Oyuni en un lugar secreto de detención.

14 La CIDH entre otros, tiene información de la existencia de campos de detención en las poblaciones de Puerto Cavinas y Puerto Rico.

viernes, 12 de octubre de 2007

DICTADURA : BOLIVIA (SEGUNDA PARTE)

REGIMEN DE RENE BARRIENTOS:Durante su gobierno nombró el criminal nazi Klaus Barbie, que se hacía llamar en Bolivia Klaus Altmann, presidente de la sociedad naviera del estado (transmaritima). En la época la sociedad contaba con un solo barco que, según informaciones reservadas, se dedicaba al comercio internacional ilegal de armas.

Barbie fue nombrado también por Barrientos asesor de los servicio de inteligencia de Bolivia.

Particularmente elevados el números de víctimas de su dictadura. Según amnistía internacional, solo entre 1966 y 1968 se ejecutaron entre 3.000 y 8.000 asesinatos por parte de escuadrones de la muerte.

Pereció en un extraño accidente de helicóptero a la edad de 50 años mientras estaba en ejercicio del mando presidenciaL.


GUERRILLA ENCABEZADA POR EL HEROE , ERNESTO RAFAEL GUEVARA DE LA SERNA:

A fines de julio, en un lugar de la provincia de Pinar del Río, en el occidente de Cuba, se efectúa el primer encuentro del Che con el grupo de internacionalistas cubanos seleccionados para combatir en Bolivia. El Che se presenta prácticamente irreconocible ante ellos, quienes al percatarse de su verdadera personalidad manifiestan una enorme alegría. Con un pasaporte a nombre de Luis Hernández Gálvez y transformado físicamente, el Che sale de Cuba. Inicialmente llega a Moscú y de ahí se dirige a Praga con un pasaporte uruguayo, a nombre de Ramón Benítez Fernández. Después viaja en tren a Viena y de ahí, con otra identidad, en este caso con el pasaporte del supuesto comerciante uruguayo Adolfo Mena González, se dirige a Brasil y seguidamente hacia Bolivia. El 4 de noviembre llega el Che a la ciudad de La Paz, Bolivia. Cuenta con una credencial otorgada por la Dirección Nacional de Informaciones de la Presidencia de la República de Bolivia, que lo acredita como un enviado especial de la Organización de Estados Americanos (OEA), con vistas a realizar un estudio sobre las relaciones económicas y sociales presentes en las zonas rurales de Bolivia.
Después de haberse reunido con varios cubanos que desde hacía algún tiempo se encontraban en la capital boliviana, y también sostener contactos con integrantes de la red de apoyo urbano existente en La Paz, el Che parte hacia la zona de Ñacahuazú, en el Departamento de Santa Cruz. En unión de otros cubanos el Che llega a una finca de Ñacahuazú, a unos 255 kilómetros de la ciudad boliviana de Santa Cruz, y a unos 25 de Lagunillas. La casa de la finca estaba situada a unos 100 metros del río Ñacahuazú. "Hoy comienza una nueva etapa. Por la noche llegamos a la finca. El viaje fue bastante bueno. Luego de entrar, convenientemente disfrazados, por Cochabamba, Pachungo y yo hicimos los contactos y viajamos en jeep, en dos días y dos vehículos. Al llegar cerca de la finca detuvimos las máquinas y una sola llegó a ella para no atraer las sospechas de un propietario cercano, que murmura sobre la posibilidad de que nuestra empresa esté dedicada a la fabricación de cocaína..." En marzo de 1966 viaja a Bolivia el primer cubano del grupo internacionalista, capitán José María Martínez Tamayo (Ricardo), con la misión de preparar las condiciones para la llegada del Che y los demás integrantes de la guerrilla. Por esta fecha llegan a Bolivia el capitán Harry Villegas Tamayo (Pombo) y el teniente Carlos Coello (Tuma). Este último, en compañía del revolucionario boliviano Roberto Peredo Leigue (Coco), compra la finca de Ñacahuazú.
En septiembre se produce el arribo del capitán Alberto Fernández Montes de Oca (Pachungo). Ya en octubre comienza el acondicionamiento de la finca de Ñacahuazú, en espera de los combatientes. El predio estaba situado a unos pocos kilómetros al norte de Lagunillas, capital de la provincia de Cordillera, en el departamento de Santa Cruz. Posteriormente, los guerrilleros se trasladan a un nuevo campamento situado a pocos kilómetros de la "casa de calamina", nombre que se le dio a la cabaña con techo de calamina construida inicialmente en la finca de Ñacahuazú. En los alrededores se hicieron cinco cuevas: una para los servicios médicos y las otras para medicamentos, víveres, la radio y la quinta como reserva. El 20 de noviembre llegan el comandante Antonio Sánchez Díaz (Marcos) y el capitán Eliseo Reyes Rodríguez (Rolando). Una semana más tarde, Coco conduce en un jeep hasta el campamento al comandante Juan Vitalio Acuña Núñez (Joaquín) y al primer teniente Leonardo Tamayo Núñez (Urbano), ambos cubanos, y al boliviano Freddy Maymura Hurtado (Ernesto). El mismo día 27 Coco condujo hasta la zona de Ñacahuazú a otros dos cubanos: el primer capitán Manuel Hernández Osorio (Miguel) y el teniente Israel Reyes Zayas (Braulio). Junto con ellos llegó el boliviano Guido Alvaro Peredo Leigue (Inti). Continúa el arribo de internacionalistas cubanos el 11 de diciembre: comandante Gustavo Machín Hoed de Beche (Alejandro), capitán Daniel Alarcón Ramírez (Benigno, quien en 1996 traiciona a la Revolución cubana asilándose en Francia), primer teniente Octavio de la Concepción de la Pedraja (Moro), y teniente René Martínez Tamayo (Arturo). También se incorporan los bolivianos Lorgio Vaca Marchetti (Carlos), Orlando Jiménez Bazán (Camba) y Julio Luis Méndez (Ñato). El 12 de diciembre fue un día trascendente. "Le hablé a todo el grupo, "leyéndole la cartilla" sobre la realidad de la guerra. Hice hincapié en la unicidad del mando y en la disciplina y advertí a los bolivianos sobre la responsabilidad que tenían al violar la disciplina de su partido para adoptar otra línea.
Hice los nombramientos que recayeron en: Joaquín, como segundo jefe militar: Rolando e Inti, como comisarios; Alejandro, como jefe de operaciones; Pombo, de servicios; Inti, finanzas; Ñato, abastecimientos y armamentos; por ahora, Moro de servicios médicos", anota el Che en su Diario. El 19 de diciembre llegan al campamento los capitanes Orlando Pantoja Tamayo (Antonio) y Jesús Suárez Gayol (Rubio). También se incorpora el boliviano Apolinar Aquino Quispe (Polo). El 31 de diciembre visita el campamento Mario Monje, secretario general del Partido Comunista de Bolivia (PCB), quien se entrevista con el Che. Monge plantea tres condiciones, entre las cuales incluye la de ejercer la dirección político-militar de la lucha mientras la revolución tuviera un ámbito boliviano.
El Che relata en su Diario que sobre este punto le dijo que no podía aceptarlo de ninguna manera, y agrega: "El jefe militar sería yo y no aceptaba ambigüedades en esto". Respecto a las otras cuestiones, referidas a la línea futura del PCB y las relaciones con otros partidos comunistas sudamericanos, señaló sus puntos de vista diferentes a los de Monge, aunque dejando a éste en libertad de hacer lo que estimase más conveniente. Al día siguiente Monge retorna a La Paz y todos los bolivianos ya incorporados, incluido Antonio Jiménez Tardío (Pedro), que llegó con el Secretario General del PCB, deciden quedarse en la guerrilla. El fin del año 1966 coincide con el arribo al campamento de la internacionalista Haydée Tamara Bunke Bider (Tania), la joven revolucionaria de nacionalidad argentina que llegó a Cuba en 1961, procedente de la República Democrática Alemana, para ayudar a la naciente revolución socialista y el movimiento de liberación latinoamericano. Por instrucciones del Che, Tania se hallaba radicada en Bolivia desde dos años antes y constituía un extraordinario apoyo para la guerrilla. A mediados de enero de 1967 se incorporan tres nuevos combatientes bolivianos: Benjamín Coronado Córdova (Benjamín), Eusebio Tapia Aruni (Eusebio) y Walter Arancibia Ayala (Walter). Otro refuerzo lo constituyó Aniceto Reinaga Gordillo (Aniceto), quien junto con Pedro se encargó de impartir clases de quechua a los guerrilleros. Durante este mes el Che redacta un documento titulado "Instrucciones a los cuadros destinados al trabajo urbano", que envía a La Paz con Loyola Guzmán, tesorera del movimiento insurgente. Por su parte, el dirigente minero Moisés Guevara (Moisés) visita el campamento y se compromete con el Che a regresar con un grupo de sus compañeros, promesa que se materializó pocas semanas después. Febrero comienza con una caminata que estaba programada para 20 días, pero que en la práctica duró 47. Los objetivos de este ejercicio eran dar un fuerte entrenamiento a todos los integrantes del grupo guerrillero, examinar la posibilidad de formar núcleos campesinos de apoyo y, por último, conocer en detalle la zona de operaciones. Durante la marcha murió ahogado Benjamín, al intentar cruzar el Río Grande.
En los primeros días de marzo Tania trae al campamento al escritor francés Regís Debray, autor de varios libros sobre las experiencias revolucionarias en América Latina, y al pintor argentino Ciro Roberto Bustos, un enlace de la guerrilla que más tarde se convirtió en delator al caer preso junto con Debray y ser interrogado por los militares bolivianos. Por esta fecha regresa al campamento Moisés Guevara y trae a los nuevos reclutas: Simeón Cuba (Willy), Francisco Huanca (Pablito), Raúl Quispaya (Raúl), Casildo Condori Vargas (Víctor), Pastor Barrera Quintana (Daniel), Vicente Rocabado Terrazas (Orlando), José Castillo Chávez (Paco), Julio Velasco Montaño (Pepe), y Salustio Choque Choque (Salustio). En marzo también ingresan al destacamento los bolivianos Hugo Choque Silva (Chingolo) y David Adriazola Veizaga (Darío). El 10 de marzo se reporta en La Paz que fuerzas del ejército ocuparon la "casa de calamina", que había sido la primera base de la guerrilla. Al día siguiente desertan dos reclutas traídos por Moisés Guevara, son Orlando y Daniel, que al ser detenidos revelan a los militares la posibilidad de que el Che se encuentre en Ñacahuazú junto con otros extranjeros. La segunda baja de la guerrilla también se produjo por accidente, cuando el joven boliviano Carlos, que había cursado estudios universitarios en La Habana, fue arrastrado por la corriente del río Ñacahuazú. Por otro lado, el ejército apresó a Salustio cuando realizaba su primera misión como mensajero y confirma a sus captores las declaraciones de los anteriores delatores sobre los preparativos guerrilleros.
El 20 de marzo regresa el Che al campamento al término de la caminata y se encuentra con tres nuevos internacionalistas, los peruanos José Restituto Cabrera Flores (El Negro), de profesión médico; Juan Pablo Chang (El Chino), cuya presencia en Ñacahuazú estaba relacionada con el reinicio de la lucha armada en Perú; y Lucio Galván Hidalgo (Eustaquio). Otros tres bolivianos también se habían incorporado recientemente al grupo: Jaime Arana Campero (Chapaco), Mario Gutiérrez Ardaya (Julio) y Antonio Domínguez Flores (León). El 21 de marzo fue definido por el Che como "un día de acontecimientos guerreros" y la acción comenzó cuando una sección del ejército cayó en una emboscada de los guerrilleros. El combate fue el bautismo de fuego para el naciente Ejército de Liberación Nacional (ELN) de Bolivia, nombre con el cual se identificó el grupo revolucionario en el comunicado número 1 dirigido al pueblo boliviano. Al día siguiente se produjo un bombardeo de la aviación militar sobre la zona donde se encontraban los guerrilleros, sin provocar daño alguno. Al finalizar el mes, el Che consideró que se había cumplido a cabalidad la etapa de consolidación y depuración de la guerrilla. Asimismo anota en su diario, al hacer el acostumbrado balance del mes, que en marzo se inició la lucha con "un golpe preciso y espectacular, pero también jalonada de indecisiones groseras antes y después del hecho" y el ejército comenzó la contraofensiva con tendencia a establecer controles que aíslen a la guerrilla. "Evidentemente --agrega el Che--, tendremos que emprender el camino antes de lo que yo creía y movernos dejando un grupo en remojo y con el lastre de cuatro posibles delatores. La situación no es buena, pero ahora comienza otra etapa de prueba para la guerrilla, que le ha de hacer mucho bien cuando la sobrepase". El 4 de abril, previo bombardeo de la aviación, el ejército ocupó el segundo campamento del Che, pero ya el jefe guerrillero y sus hombres lo habían abandonado para dirigirse a la localidad de Gutiérrez. El segundo combate ocurrió el 10 de abril en Iripití y en la acción, no obstante su resultado favorable para el ELN, se produjo la tercera baja de la guerrilla: Jesús Suárez Gayol (Rubio).
Sus compañeros lo hallaron ya agonizante, con el fusil Garand trabado y una granada con la espoleta suelta, pero sin estallar. El día 11 fue enterrado y el 12, el Che reunió a todos los combatientes "para hacer una pequeña recordación del Rubio y significar que la primera sangre derramada fue cubana". En el acto por el noveno aniversario del triunfo de la Revolución, efectuado en La Habana, Fidel Castro hace referencia al Che al señalar en el discurso que pronunciara en esa oportunidad: "Y nuestro mensaje especial y cálido, porque nos nace de muy adentro, de ese cariño nacido al calor de nuestras luchas, nuestro mensaje, en cualquier sitio del mundo donde se encuentre, al Comandante Ernesto Guevara y a sus compañeros. Los imperialistas han matado al Che muchas veces en muchos sitios, pero lo que nosotros esperamos, lo que nosotros esperamos es que cualquier día, donde menos se lo imagine el imperialismo, como Ave Fénix, renazca de sus cenizas, aguerrido y guerrillero y saludable, el Comandante Ernesto Guevara; y que algún día volveremos a tener noticias muy concretas del Che." En la selva boliviana el Che escucha lo señalado por Fidel y en su diario refleja la significación y emoción que le causa lo expuesto por el máximo dirigente de la Revolución cubana. "…Se refirió a nosotros en términos que nos obligan más aún. Si cabe." En La Paz, el gobierno emitió un decreto donde proscribe las actividades del Partido Comunista y el Partido Obrero Revolucionario. Además declara zona militar varias provincias de los departamentos de Chuquisaca y Santa Cruz. Junto con esta medida desató la represión en las ciudades y confinó a numerosos revolucionarios en campos de concentración ubicados en lugares apartados del país. Mientras tanto, el ELN denunció en el comunicado número 2 que el régimen boliviano había solicitado asesores norteamericanos para hacerle frente a la guerrilla. El 17 de abril, el Che organizó dos grupos. Uno de ellos, con 17 hombres al mando de Joaquín, permanecería tres días en la zona para luego encontrarse con el del Che, que con 26 efectivos marchó hacia la localidad de Muyupampa, en cuyas inmediaciones dejaron a Debray y Bustos para que intentasen salir de Bolivia.
Sin embargo, el ejército apresó a los dos hombres. Tampoco se llegó a cumplir el plan del reencuentro y los dos grupos guerrilleros no volvieron a tener contacto. En la segunda quincena de abril se registran dos choques con tropas bolivianas. En uno de ellos resulta herido Jorge Vázquez Viaña (Loro), lo capturan y es torturado hasta causarle la muerte. El 25 de abril, en un lugar conocido por El Mesón, cae en combate Eliseo Reyes (Rolando). Con su coraje acostumbrado se colocó en la posición más difícil a la salida de una cueva y enfrentó directamente a un ametralladorista enemigo, que le disparó varias ráfagas. Un balazo le partió el fémur y todo el paquete vásculonervioso, lo cual provocó una hemorragia incontenible. "Hemos perdido al mejor hombre de la guerrilla y naturalmente, uno de sus pilares", escribió el Che en su Diario. Y agrega: "Hemos perdido el mejor hombre de la guerrilla, y naturalmente, uno de sus pilares. Compañero mío desde que, siendo casi un niño, fue mensajero de la columna 4, hasta la invasión y esta nueva aventura revolucionaria. De su muerte oscura sólo cabe decir, para un hipotético futuro que pudiera cristalizar: "Tú cadáver pequeño de capitán valiente ha extendido en lo inmenso su metálica forma." La guerrilla continúa su marcha a pesar de los controles militares que intentan inmovilizarla y el 8 de mayo entabla combate en la zona de Tres Cabezas con efectivos militares, a los que causa 10 bajas, entre ellos tres muertos y dos heridos. A fines de mayo toman durante varias horas el poblado de Caraguatarenda y pasan por varios caseríos donde adquieren alimentos y sucesivamente ocupan dos camiones y un jeep, que por la falta de combustible y roturas abandonan por el camino. En las características del mes el Che apunta: "Falta completa de incorporación campesina, aunque nos van perdiendo el miedo y se logra la admiración de los campesinos. Es una tarea lenta y paciente". Junio comienza con dos bajas en el grupo de Joaquín. Al regreso de una misión en busca de provisiones, en la zona de Bellavista, caen en una emboscada y son abatidos por el ejército, Antonio Sánchez Díaz (Marcos) y el boliviano Casildo Condori Vargas (Víctor). El ELN emite un nuevo comunicado en el que aborda la presencia de extranjeros en sus filas. "Todo hombre que luche con las armas en la mano por la libertad de nuestra Patria merece, y recibe, el honroso título de boliviano, independientemente del lugar donde haya nacido. Así interpretamos el auténtico internacionalismo revolucionario". En la noche de San Juan (del 23 al 24 de junio) tropas del ejército penetran en las minas de Siglo XX y asaltan la sede del sindicato, la cual fue defendida por los trabajadores y sus familiares con viejos fusiles Máuser y dinamita. El saldo de la masacre asciende a 87 víctimas y entre los muertos figura el secretario general del sindicato, Rosendo García. El 26 de junio fue otro día negro para el Che. Se registra el combate de Rio Seco, cerca de la población de Florida, unas 42 millas al sudeste de Vallegrande, donde cae mortalmente herido Carlos Coello (Tuma), su inseparable compañero de los últimos años, cuya ausencia sentirá como la pérdida de un hijo. Al finalizar este mes indica como las tareas más urgentes: restablecer el contacto con La Paz; reaprovisionarse de equipo militar y médico; y lograr la incorporación de 50-100 hombres de la ciudad, aunque la cifra de los combatientes -acota el Che- se reduzca en la acción a unos 10-25. Aún con menos hombres (seis) la guerrilla ocupa el 6 de julio el pueblo de Samaipata, situado a unos 40 kilómetros de la ciudad de Santa Cruz. Ricardo, Coco, Pachungo, Aniceto, Julio y el Chino tomaron el puesto militar al mando de un teniente, con una dotación de 10 soldados y un sargento. La exitosa acción, observada prácticamente por los 2 500 habitantes del pueblo, desencadenó la "Operación Cynthia", que el alto mando del ejército encargó a la IV División. Las tropas se despliegan por toda la zona de Ñacahuazú y el sur del Río Grande para realizar un contrataque de gran envergadura. En los días siguientes se producen varios encuentros armados entre fuerzas militares y el grupo de Joaquín. En uno de estos enfrentamientos muere el combatiente boliviano Serapio Aquino Tudela (Serapio), pero finalmente sus compañeros logran romper el cerco del ejército mediante un combate sostenido el 20 de julio. Mientras, el grupo del Che causó cuatro bajas al enemigo en una acción registrada el 27 de julio y tres días después se reanuda el fuego, pero esta vez la guerrilla sufre dos pérdidas: José María Martínez Tamayo (Ricardo) y Raúl Quispaya Choque (Raúl). Además, caen en manos del enemigo 11 mochilas con medicamentos, prismáticos y la grabadora donde se copiaban los mensajes enviados desde Cuba. Ante la difícil situación que atraviesa la guerrilla, el Che se reúne con los combatientes. Hace un análisis y señala que quién no se sienta capaz de sobrellevarla debe decirlo. "Es uno de los momentos en que hay que tomar decisiones grandes. Este tipo de lucha nos da la oportunidad de convertirnos en revolucionarios, el escalón más alto de la especie humana, pero también nos permite graduarnos de hombres, los que no puedan alcanzar ninguno de estos dos estadíos deben decirlo y dejar la lucha..." A principios de agosto, el ejército organiza otra operación de hostigamiento a la guerrilla en el norte y nordeste de Bolivia. El día 9 chocan militares y el grupo de Joaquín en las serranías de Iñao, donde muere Antonio Jiménez Tardío (Pedro), abrazado a la ametralladora calibre 30. En la segunda quincena de agosto la retaguardia se dirige a la zona del Río Grande, pero la marcha resulta muy dura por la escasez de alimentos y que la mayor parte de los hombres andan prácticamente descalzos. El grupo de Joaquín llega a la casa de Honorato Rojas, quien se ofrece como guía mientras secretamente envía a uno de sus hijos para delatar al ejército la presencia de los insurgentes. El 31 de agosto sobreviene el desenlace en el vado de Puerto Mauricio. El capitán Mario Vargas Salinas y la tropa bajo su mando se han emboscado en el lugar y abren fuego cuando todos los guerrilleros se hallaban en el cruce del río. Israel Reyes Zayas (Braulio) es el único que logra causarle una baja al enemigo, antes de ser abatido. Juan Vitalio Acuña Núñez (Joaquín) fue ultimado a balazos cuando ya herido consigue regresar a la orilla. También caen Tamara Bunke (Tania), Gustavo Machín (Alejandro), Moisés Guevara (Moisés), Apolinar Aquino Quispe (Polo), Walter Arancibia (Walter) y Freddy Maymura (Ernesto). Otro combatiente, el peruano Restituto José Cabrera Flores (Médico o Negro), resulta herido y tres días después fue asesinado a culatazos en el caserío de Palmarito. El Che, aunque todavía no tiene información de la masacre, calificó a agosto como "el mes más malo que hemos tenido en lo que va de guerra". La falta de agua y medicamentos agravan la situación. En lo personal, está sufriendo el acoso del asma que despierta la incertidumbre en algunos combatientes. "Estamos en un momento de baja de nuestra moral y de nuestra leyenda revolucionaria", escribe en el recuento mensual. Sin embargo, en estos meses críticos adquiere mayor significación la personalidad del líder revolucionario. Uno de los combatientes, el boliviano Inti Peredo, escribió al respecto: "Allí surgió una vez más con toda su grandeza, el espíritu del Che, su carácter de jefe íntegro, indiscutido, seguro en el mando, claro en sus concepciones, rápido en sus decisiones, tajante para liquidar cualquier síntoma de descomposición y decidido para llegar hasta el final en la defensa de sus ideales". En los primeros días de septiembre las radioemisoras nacionales y extranjeras difunden las noticias sobre los sucesos de Vado del Yeso. El presidente René Barrientos ordena gratificar al traidor Honorato Rojas y anuncia una recompensa de 50 millones de pesos bolivianos (unos 4,200 dólares) por la captura del Che, vivo o muerto. Derrota, con esta palabra comienza el jefe guerrillero sus anotaciones del 26 de septiembre. El grupo llegó ese día al pueblito de Picacho, el punto más alto de su recorrido, a 2,280 metros sobre el nivel del mar. Luego pasó por La Higuera y la vanguardia partió rumbo a Jagüey, pero casi inmediatamente cayó en una emboscada. En la Quebrada del Batán murieron Roberto Peredo Leigue (Coco), Mario Gutiérrez Ardaya (Julio) y Manuel Hernández Osorio (Miguel). Tres magníficos luchadores de un valor humano imponderable, como escribió el Che en su Diario. "Nuestras bajas han sido muy grandes esta vez; la pérdida más sensible es la de Coco, pero Miguel y Julio eran magníficos luchadores y el valor humano de los tres es imponderable." A fines de septiembre, altas fuentes del ejército boliviano citadas por la emisora chilena Radio Balmaceda aseguran que el comandante Guevara está acorralado en un cañón selvático. Otras versiones revelaron que había 3,000 soldados en la zona donde se preparaba el golpe decisivo. El 7 de octubre se cumplieron 11 meses de la llegada del Che al primer campamento. Este día, el grupo se halla a una legua de La Higuera y dos de Pucará, según le informa una vieja que pastoreaba sus chivas por aquellos parajes. Cuando llega la noche, se lee en el Diario, "salimos los 17 con una luna muy pequeña y la marcha fue muy fatigosa y dejando mucho rastro por el cañón donde estábamos, que no tiene casas cerca, pero sí sembradíos de papa regados con acequias del mismo arroyo. A las 2 paramos a descansar, pues ya era inútil seguir avanzando. El Chino se convierte en una verdadera carga cuando hay que caminar de noche". El Che y los demás guerrilleros libran un combate en la Quebrada del Yuro, que tiene unos 1500 metros de largo, por unos 60 de ancho y de 2 a 3 en la zona por donde corre el arroyo. A la una y treinta de la tarde, comienza el combate. La firme resistencia de los guerrilleros detiene inicialmente el avance de los soldados bolivianos. De los 17 hombres que integran la columna, hay tres con recientes heridas de bala, otro con un pie fracturado y seis más con enfermedades de distintos tipos, entre ellos el Che que padece repetidas crisis de asma. Sin embargo, esos 17 hombres combatieron incansablemente desde las horas del mediodía hasta el anochecer, en las adversas condiciones naturales de la Quebrada del Yuro y contra un enemigo que en número los aventajaban en una proporción mayor de cien a uno. En este prolongado y desigual combate murieron Orlando Pantoja Tamayo (Antonio), René Martínez Tamayo (Arturo) y el boliviano Aniceto Reinaga Gordillo (Aniceto). Alberto Fernández Montes de Oca ( Pachungo) fue gravemente herido y falleció por falta de atención médica al trasladarlo los militares bolivianos hasta La Higuera. El Che es finalmente capturado cuando estaba herido en una pierna, su carabina había sido inutilizada y se le habían agotado las balas de su pistola. Ayudado por el guerrillero Willy Cuba subía una loma cuando fue sorprendido por los soldados. También fueron apresados el peruano Juan Pablo Chang-Navarro (El Chino) y el boliviano Simeón Cuba (Willy). Ambos fueron ultimados el día 9 en la escuela de La Higuera. En la introducción al Diario del Che, editado por primera vez en 1968, el Comandante en Jefe Fidel Castro narró los sucesos posteriores al apresamiento de Che sin armas para combatir. "Estas increíbles circunstancias explican que lo hubieran podido capturar vivo. Las heridas de las piernas le impedían caminar sin ayuda, pero no eran mortales. "Trasladado al pueblo de Higueras permaneció con vida alrededor de 24 horas. Se negó a discutir una sola palabra con sus captores, y un oficial embriagado que intentó vejarlo recibió una bofetada en pleno rostro. "Reunidos en La Paz, Barrientos, Ovando y otros altos jefes militares, tomaron fríamente la decisión de asesinarlo. Son conocidos los detalles de la forma en que procedieron a cumplir el alevoso acuerdo en la escuela del pueblo de Higueras. El mayor Miguel Ayoroa y el coronel Andrés Selich, rangers entrenados por los yanquis, instruyeron al suboficial Mario Terán para que procediera al asesinato. Cuando éste, completamente embriagado, penetró en el recinto, Che --que había escuchado los disparos con que acababan de ultimar a un guerrillero boliviano y a otro peruano-- viendo que el verdugo vacilaba le dijo con entereza: "¡Dispare! ¡No tenga miedo!" Este se retiró y de nuevo fue necesario que los superiores Ayoroa y Selich le repitieran la orden, que procedió a cumplir, disparándole de la cintura hacia abajo una ráfaga de metralleta. Ya había sido dada la versión de que el Che había muerto varias horas después del combate y por eso los ejecutores tenían instrucciones de no disparar sobre el pecho ni la cabe a, para no producir heridas fulminantes. Esto prolongó cruelmente la agonía del Che, hasta que un sargento --también ebrio-- con un disparo de pistola en el costado izquierdo lo remató. Tal proceder contrasta brutalmente con el respeto del Che, sin una sola excepción, hacia la vida de los numerosos oficiales y soldados del ejército boliviano que hizo prisioneros. "Las horas finales de su existencia en poder de sus despreciables enemigos tienen que haber sido muy amargas para él; pero ningún hombre mejor preparado que el Che para enfrentarse a semejante prueba."



PRIMER COMUNICADO AL PUEBLO BOLIVIANO:

Al Pueblo Boliviano Comunicado n° 1

Frente a la mentira reaccionaria, la verdad revolucionaria


El grupo de gorilas usurpadores, tras asesinar a obreros y preparar el terreno para la entrega total de nuestras riquezas al imperialismo norteamericano, se burló del pueblo en una farsa comicial. Cuando llega la hora de la verdad y el pueblo se alza en armas, respondiendo a la usurpación armada con la lucha armada, pretende seguir su torneo de mentiras. En la madrugada del 23/3, fuerzas de la 4ª división, con acantonamiento en Camiri, en número aproximado de 35 hombres al mando del mayor Hernán Plata Ríos se internaron en territorio guerrillero por el cauce del río Ñacaguaso. El grupo íntegro cayó en una emboscada tendida por nuestras fuerzas. Como resultado de la acción, quedaron en nuestro poder 25 armas de todo tipo, incluyendo 3 morteros de 60 mm. con su dotación de obuses, abundante parque y equipo. Las bajas enemigas fueron: 7 muertos, entre ellos un teniente, y 14 prisioneros, 5 de los cuales resultaron heridos en el choque, siendo atendidos por nuestro servicio sanitario con la mayor eficiencia que permiten nuestros medios. Todos los prisioneros fueron puestos en libertad previa explicación de los ideales de nuestro movimiento. La lista de bajas enemigas es la siguiente: Muertos: Pedro Romero, Rubén Amenazaga, Juan Alvarado, Cecilio Márquez, Amador Almasán, Santiago Gallardo y el delator y guía del Ejército, apellidado Vargas. Prisioneros: Mayor Hernán Plata Ríos, cap. Eugenio Silva, soldados Edgar Torrico Panoso, Lido Machicado Toledo, Gabriel Durán Escobar, Armando Martínez Sánchez, Felipe Bravo Siles, Juan Ramón Martínez, Leoncio Espinosa Posada, Miguel Rivero, Eleuterio Sánchez, Adalberto Martínez, Eduardo Rivera y Guido Terceros. Los cinco últimamente nombrados resultaron heridos. Al hacer pública la primera acción de guerra establecemos lo que será norma de nuestro Ejército: la verdad revolucionaria. Nuestros hechos demostraron la justeza de nuestras palabras. Lamentamos la sangre inocente derramada por los soldados caídos, pero con morteros y ametralladoras no se hacen pacíficos viaductos como afirman los fantoches de uniformes galonados, pretendiendo crearnos la leyenda de vulgares asesinos. Tampoco hubo ni habrá un solo campesino que pueda quejarse de nuestro trato y de la forma de obtener abastecimiento salvo los que, traicionando su clase, se presten a servir de guías o delatores. Están abiertas las hostilidades. En comunicados futuros fijaremos nítidamente nuestra posición revolucionaria, hoy hacemos un llamado a obreros, campesinos, intelectuales; a todos los que sientan que ha llegado la hora de responder a la violencia con la violencia y de rescatar un país vendido en tajadas a los monopolios yanquis y elevar el nivel de vida de nuestro pueblo, cada día más hambreado.

Ejército de Liberación Nacional de Bolivia


SEGUNDO COMUNICADO AL PUEBLO BOLIVIANO: Al Pueblo Boliviano Comunicado n° 2
Frente a la mentira reaccionaria, la verdad revolucionaria

El día 10/4/67 en horas de la mañana cayó en una emboscada la patrulla enemiga conducida por el Teniente Luis Saavedra Arombal e integrada en su mayoría por soldados del CITE. En el encuentro murió el citado oficial y los soldados Angel Flores y Zenón Prada Mendieta y resultó herido el guía Ignacio Husarima del regimiento Boquerón, hecho prisionero junto con otros 5 soldados y un suboficial. 4 soldados lograron escapar, llevando la noticia a la base de la compañía del Mayor Sánchez Castro, el que, reforzado con 60 hombres de una unidad vecina, avanzó en auxilio de sus compañeros, siendo sorprendido por otra emboscada que costó la vida al Tte. Hugo Ayala, al suboficial Raúl Camejo y a los soldados José Vijabriel, Marcelo Maldonado, Jaime Sanabria y dos más no identificados por nosotros. En esta acción fueron heridos los soldados Armando Quiroga, Alberto Carvajal, Fredy Alove, Justo Cervantes y Bernabé Mandejara, aprisionados junto con el Comandante de la Compañía, Mayor Rubén Sánchez Castro y 16 soldados más. Siguiendo una norma del E.L.N., curamos los heridos, con nuestros escasos medios y pusimos en libertad a todos los prisioneros, previa explicación de los objetivos de nuestra lucha revolucionaria. Las pérdidas del ejército enemigo se resumen así: 10 muertos, entre ellos dos tenientes, y 30 prisioneros, incluyendo al Mayor Sánchez Castro, de los cuales 6 resultaron heridos. El botín de guerra es proporcional a las bajas enemigas e incluye un mortero de 60 mm., fusiles ametralladoras, fusiles y carabinas M-1, y subametralladoras. Todas las armas con su munición. En nuestro campo debemos lamentar una baja, disparidad de pérdidas comprensible si se tiene en cuenta que en todos los combates hemos elegido el momento y lugar de desencadenarlo y que los jerarcas del Ejército boliviano están enviando soldados bisoños, casi niños, al matadero, mientras ellos inventan partes en La Paz y luego se dan golpes de pecho en funerales demagógicos, ocultando el que son los verdaderos culpables de que la sangre corra en Bolivia. Ahora se quitan la máscara y comienzan a llamar «asesores» norteamericanos; así se inició la guerra de Viet Nam que desangra a ese pueblo heroico y pone en peligro la paz del mundo. No sabemos cuántos «asesores» enviarán contra nosotros (sabremos hacerles frente), pero alertamos al pueblo sobre los peligros de esa acción iniciada por los militares entreguistas. Hacemos un llamado a los jóvenes reclutas para que sigan las siguientes instrucciones: al iniciarse el combate tiren el arma a un lado y llévense las manos a la cabeza permaneciendo quietos en el punto donde el fuego los sorprendiera; nunca avancen al frente de la columna en marchas de aproximación a zonas de combate; obliguen a los oficiales que los incitan a combatir a que ocupen esta posición de extremo peligro. Contra la vanguardia tiraremos siempre a matar. Por mucho que nos duela ver correr la sangre de inocentes reclutas, es una imperiosa necesidad de la guerra.

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TERCER COMUNICADO AL PUEBLO BOLIVIANO:Al Pueblo Boliviano Comunicado n° 3

Frente a la mentira reaccionaria, la verdad revolucionaria

El día 8 de mayo, en la zona guerrillera de Ñacaguasu, fueron emboscadas tropas de una compañía mixta al mando del subteniente Henry Laredo. En la acción resultaron muertos el citado oficial y los alumnos de la escuela de clases Román Arroyo Flores y Luis Peláez y prisioneros los siguientes soldados: José Camacho Rojas, Reg. Bolívar; Néstor Cuentas, Reg. Bolívar; Waldo Veizaga, Esc. de clases; Hugo Soto Lora, Esc. de clases; Max Torres León, Esc. de clases; Roger Rojas Toledo, Reg. Braun; Javier Mayan Corella, Reg. Braun; Néstor Sánchez Cuellar, Reg. Braun. Los dos últimos, heridos al no responder al alto cuando se los interceptó en una operación previa. Como siempre, se los dejó en libertad tras explicarles los alcances y fines de nuestra lucha. Se capturaron 7 carabinas M-1 y 4 fusiles mauser. Nuestras fuerzas salieron indemnes. Son frecuentes los comunicados del ejército represivo en que anuncian muertes guerrilleras; mezclando cierta verdad sobre sus bajas reconocidas con fantasía sobre las nuestras y, desesperado en su impotencia, recurriendo a mentiras o ensañándose con periodistas que, por sus características ideológicas, son adversarios naturales del régimen, imputándoles todos los males que sufre. Dejamos expresa constancia de que el E.L.N. de Bolivia es el único responsable de la lucha armada en que encabeza a su pueblo y que no podrá acabar sino con la victoria definitiva, oportunidad en que sabremos cobrar todos los crímenes que se cometan en el curso de la guerra, independientemente de las medidas de represalia que el mando de nuestro Ejército juzgue oportuno tomar ante cualquier vandalismo de las fuerzas represivas.

Ejército de Liberación Nacional de Bolivia

CUARTO COMUNICADO AL PUEBLO BOLIVIANO:Al Pueblo Boliviano Comunicado n° 4

Frente a la mentira reaccionaria, la verdad revolucionaria

En recientes partes el Ejército ha reconocido algunas de sus bajas, sufridas en choques de avanzadas, adjudicándonos, como es su costumbre, una buena cantidad de muertos que nunca exhibe. Aunque nos faltan informes de algunas patrullas, podemos asegurar que nuestras bajas son muy reducidas y que no sufrimos ninguna en las recientes acciones reconocidas por el Ejército. Inti Peredo, efectivamente, es miembro de la Jefatura de nuestro Ejército, donde ocupa el cargo de Comisario Político y bajo su mando estuvieron recientes acciones. Goza de buena salud y no ha sido tocado por las balas enemigas; el infundio de su muerte es el ejemplo palpable de las mentiras absurdas que riega el Ejército en su impotencia para luchar contra nuestras fuerzas. En cuanto a los anuncios sobre la presencia de supuestos combatientes de otros países americanos, por razones de secreto militar y de nuestro lema, el de la verdad revolucionaria, no daremos cifras, aclarando solamente que cualquier ciudadano que acepte nuestro programa mínimo, conducente a la liberación de Bolivia, es aceptado en las filas revolucionarias con iguales derechos y deberes que los combatientes bolivianos, los que constituyen, naturalmente, la inmensa mayoría de nuestro movimiento. Todo hombre que luche con las armas en la mano por la libertad de nuestra Patria merece, y recibe, el honroso título de boliviano, independientemente del lugar donde haya nacido. Así interpretamos el auténtico internacionalismo revolucionario.

Ejército de Liberación Nacional de Bolivia


QUIENTO COMUNICADO A LOS MINEROS BOLIVIANOS A los mineros de Bolivia Comunicado n° 5

Compañeros: Una vez más corre la sangre proletaria en nuestras minas. En una explotación varias veces secular, se ha alternado la succión de la sangre esclava del minero con su derramamiento, cuando tanta injusticia produce el estallido de protesta; esa repetición cíclica no ha variado en el curso de centenares de años. En los últimos tiempos se rompió transitoriamente el ritmo y los obreros insurrectos fueron el factor fundamental del triunfo del 9 de abril. Ese acontecimiento trajo la esperanza de que se abría un nuevo horizonte y de que, por fin, los obreros serían dueños de su propio destino, pero la mecánica del mundo imperialista enseñó, a los que quisieron ver, que en materia de revolución social no hay soluciones a medias; o se toma todo el poder o se pierden todos los avances logrados con tanto sacrificio y con tanta sangre. A las milicias armadas del proletariado minero, único factor de fuerza en la primera hora, se fueron agregando milicias de otros sectores de la clase obrera, de desclasados y de campesinos, cuyos integrantes no supieron ver la comunidad esencial de intereses y entraron en conflicto, manejados por la demagogia antipopular y, por fin, reapareció el ejército profesional, con piel de cordero y garras de lobo. Y ese Ejército, pequeño y preterido al principio, se transformó en el brazo armado contra el proletariado y en el cómplice más seguro del imperialismo; por eso, le dieron el visto bueno al golpe de Estado castrense. Ahora estamos recuperándonos de una derrota provocada por la repetición de errores tácticos de la clase obrera y preparando al país, pacientemente, para una revolución profunda que transforme de raíz el sistema. No se debe insistir en tácticas falsas; heroicas, sí, pero estériles, que sumen en un baño de sangre al proletariado y ralean sus filas, privándonos de sus más combativos elementos. En largos meses de lucha, las guerrillas han convulsionado al país, le han producido gran cantidad de bajas al Ejército y lo han desmoralizado, sin sufrir, casi, pérdidas; en una confrontación de pocas horas, ese mismo Ejército queda dueño del campo y se pavonea sobre los cadáveres proletarios. De victoria a derrota va la diferencia entre la táctica justa y la errónea. Compañero minero: no prestes nuevamente oídos a los falsos apóstoles de la lucha de masas, que interpretan ésta como un avance compacto y frontal del pueblo contra las armas opresoras. ¡Aprendamos de la realidad! Contra las ametralladoras no valen los pechos heroicos; contra las modernas armas de demolición, no valen las barricadas, por bien construidas que estén. La lucha de masas de los países subdesarrollados, con gran base campesina y extensos territorios, debe desarrollarla una pequeña vanguardia móvil, la guerrilla, asentada en el seno del pueblo; que irá adquiriendo fuerza a costillas del ejército enemigo y catalizará el fervor revolucionario de las masas hasta crear la situación revolucionaria en la que el poder estatal se derrumbará de un solo golpe, bien asestado y en el momento oportuno. Entiéndase bien; no llamamos a la inactividad total, sino recomendamos no comprometer fuerzas en acciones que no garanticen el éxito, pero la presión de las masas trabajadoras debe ejercerse continuamente contra el gobierno pues ésta es una lucha de clases, sin frentes limitados. Dondequiera que esté, un proletario, tiene la obligación de luchar en la medida de sus fuerzas contra el enemigo común. Compañero minero: las guerrillas del E.L.N. te esperan con los brazos abiertos y te invitan a unirte a los trabajadores del subsuelo que están luchando a nuestro lado. Aquí reconstruiremos la alianza obrero campesina que fue rota por la demagogia antipopular, aquí convertiremos la derrota en triunfo y el llanto de las viudas proletarias en un himno de victoria. Te esperamos. Ejército de Liberación Nacional de Bolivia

jueves, 11 de octubre de 2007

DICTADURA: BOLIVIA (PRIMERA PARTE)


TENEMOS EL HONOR DE TERMINAR LA PRIMER TOMA DE NUESTRO TRABAJO DICTADURA, HUBO UN CAMBIO EN LUGAR DE PERU, EMPEZAREMOS CON BOLIVIA.

BOLIVIA

Las dictaduras militares que gobernaron a Bolivia desde 1964 a 1982, y algunos de los posteriores gobiernos democráticos, fueron responsables por graves violaciones a los derechos humanos. Estas incluyeron la detención arbitraria de miles de personas, el uso sistemático de la tortura, las ejecuciones sumarias y las desapariciones forzadas. Estas últimas nunca alcanzaron las dimensiones de otros países del Cono Sur, pero siguen sin aclararse. Las familias siguen buscando a sus familiares desaparecidos y el gobierno sigue sin ofrecer respuesta.



Lista parcial de paramilitares bolivianos y de mercenarios extranjeros

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Esta es, evidentemente, una lista muy incompleta, pues el número total de paramilitares en Bolivia suele cifrarse alrededor de los tres mil. Sin embargo, en ella figuran los nombres más notorios y los que se destacan por su influencia política o su poder de mando. Para confeccionarla se han compulsado numerosas y variadas fuentes de información, habiéndose preferido aquéllas de carácter público, de tal forma que la gran mayoría de los nombres aquí publicados está respaldada documentalmente en recortes de la prensa tanto boliviana como no boliviana. En el diario «Presencia», de La Paz, apareció, el 23 de mayo de 1982, una larga lista de presuntos paramilitares bajo la original cobertura de «Deudores morosos de la Compañía importadora PARA MI Ltda. con sede en Buenos Aires y sucursal en Bolivia». De ella, sólo una veintena de nombres coinciden con los aquí publicados, lo cual no quiere decir que el resto sea considerado apócrifo, sino sólo insuficientemente garantizado por tratarse de una fuente anónima. Por otra parte, el hecho de que la mayoría de los nombres aquí publicados provengan de La Paz, Santa Cruz y Cochabamba no significa que en el resto del país no existan también grupos paramilitares, sino sólo que la información disponible al respecto es más deficiente. Por lo demás, aquí podrá observarse que, aunque entre los paramilitares abundan los elementos antisociales, esa no es su característica predominante, sino el hecho de que son elementos infiltrados (ya sea como informantes, como enlaces o como saboteadores) en una buena parte del tejido social boliviano: el Gobierno, la Administración Pública, las Fuerzas Armadas, la Policía, las aduanas, los partidos políticos, los sindicatos, el Magisterio, la Universidad, la Iglesia, la empresa privada.

Lista Parcial de Paramilitares Bolivianos y Mercenarios Extranjeros

Alarcón, Alvaro Delator. Agente del SES.
Alarcón, Gary Integrista católico. Terrorista. Cabecilla de la Legión Boliviana Social Nacionalista de Cochabamba. Responsable nacional de los mercenarios extranjeros (GOA).
Alarcón, Guido Hermano del anterior y seguidor suyo.
Alí Parada, José Del FBJ, apresado en Brasil.
Algañaraz, Róger De la Aduana de Santa Cruz
Alvarez, Alberto De FSB
Angulo, Hugo Supervisor de Escuelas Normales. Cochabamba
Aponte, Róger Narcotraficante. Ex contador de Roberto Suárez Gómez
Arandía, Jaime Teniente. Del GOESP.
Aranibar, Jaime Informante. Huanuni.
Araoz, Eulogio Campesino. Cochabamba.
Arce Gómez, Luis Coronel. Terrorista. Narcotraficante. Ex jefe de Inteligencia del Ejército y ex ministro del Interior. Primer responsable de la organización de los grupos paramilitares. Cabecilla del «Grupo Armado de Lucha Bolivia Primero».
Arzabe, Oscar Catedrático en la UMSA.
Atala, Miguel Transportista. Santa Cruz.
Atala, «Pachi» Automovilista. Narcotraficante. Santa Cruz.
Atala, Sonia Sanjinés de Esposa del anterior. Narcotraficante.
«Atlas, Míster» Luchador profesional. Torturador. Min. Interior. Asesino de Luis Espinal.
Balvián, Jorge "Coco" Delator. Torturador. Min. Interior.
Ballón, Walter Maestro rural. Guardaespaldas de Nelo Montero
Baptista, José Abraham Ex jefe de la DID en Oruro, Cochabambay Santa Cruz. Agente de la Sección de Inteligencia del II Cuerpo de Ejército y enlace entre los narcotraficantes y el Alto Mando Militar. Asesinado en Santa Cruz en octubre de 1980 por orden de Arce Gómez.
Barbie (a) Altmann, Klaus Criminal de guerra alemán. Ex jefe de la policía política nazi GESTAPO en Lyon (Francia). Agente del Min. Interior y asesor en técnicas de represión. Reclutador de mercenarios. Prófugo de la justicia francesa y alemana.
Barrenechea Aramayo, Víctor Comisario de la DIN. Torturador. Min. Interior. Asesino de Luis Espinal.
Barrenechea, "Cocacho" Torturador. Min. Interior.
Barrionuevo, Eduardo Mercenario argentino procedente de la AAA.
Benavides Alvizuri, Guido Inspector de Policía. Ex jefe del DOP y de la Sección de Informaciones de la DIN. Director Nacional de la DIN. Corresponsable de la organización de bandas paramilitares.
Benazzi, Miguel Angel(a) "Manuel" o "Salomón" Capitán argentino. Torturador de la ESMA y agente de Inteligencia para operaciones en el exterior. Funcionario de la Agregaduría Naval de la Embajada Argentina en Bolivia desde 1978.
Bernal, Juan Carlos Jefe de grupo en Cochabamba.
Bowles Rivero, Rolando Director de Lotería Nacional.
Boza Lizarazu, Froilán Supervisor de Escuelas Rurales. Cochabamba.
Bravo, Reynaldo Funcionario en la Facultad de Economía de la UMSA. Agente del Min. Interior.
Buchón, Olivia Secretario en la Facultad de Tecnología de la UMSA.
Caballero Lafuente, Julio Maestro rural. Jefe de grupo en Cochabamba.
Caballero, René Informante. Huanuni.
Callau Justiniano, Nelo Coordinador del Min. Interior con la Prefectura de Santa Cruz.
Camacho, Alberto Informante. Catavi.
Camacho Chávez, Mario. Maestro rural. Cochabamba
Camacho Navia, Fausto Maestro rural. Cochabamba.
Canelas, Fernando Jefe de grupo en Cochabamba.
Carbonne, Mario Mercenario italiano. Terrorista
Cassib, Oscar . Contacto con narcotraficantes en Santa Cruz
Cassis, Omar De FSB. Jefe de Seguridad y asesino del Coronel Selich, primer ministro del Interior de Bánzer. Tercer Comandante del GEC del FBJ.
Castañón, Ubaldo Maestro. La Paz.
Castro, Edwin Jefe del Departamento de Bienestar de la UMSA.
Castro Menacho, Jorge Del Comando "Los Albertos", asesino de Luis Espinal.
Céspedes, Oscar Ex dirigente campesino. Jefe de grupo en La Paz
Clarós, José Campesino. Cochabamba.
Clavijo, Daniel Mayor del Ejército. Coordinador en el campo.
Clavijo Molina, Valentín Supervisor de Escuelas Rurales. Jefe de grupo en Cochabamba.
Córdoba Gutiérrez, Carmen Informante. Cochabamba.
Crespo, Julio César. De la banda de Gary Alarcón.
Cuellar, José «Palanca» Asesino de Abraham Baptista. Santa Cruz.
Cuentas, Daniel «Damy» Torturador. Min. Interior.
Chávez, Alberto Médico. Del FBJ. Santa Cruz.
Dalence, Alfonso Jefe de grupo en Oruro.
Deri, N Oficial de la Policía Federal Argentina.
Dip, Ricardo Mercenario argentino. Informante. Contacto con narcotraficantes.
Echevarría Barrancos, Erland Narcotraficante. Ex socio de A. Baptista.
Eguez Mejillones, José Agente del Min. Interior en la UMSA.
Elio, Antonio "Chicho" Ex Subsecretario del Min. Interior. Jefe de grupo en Santa Cruz.
Escalier, Jorge Agente del Min. Interior en la UMSA.
Estenssoro, Hugo Informante. Santa Cruz.
Estrada, Francisco Del Comando «Los Albertos», asesino de Luis Espinal.
«Fantón, Capitán» Oficial de la Fuerza Aérea. Torturador. Min. Interior y zonas mineras.
Fernández González, Carlos Mayor del Ejército. Encargado de la recaudación de impuestos y contribuciones de los narcotraficantes.
Ferrufino, José Faustino Supervisor de Escuelas Rurales. Cochabamba.
Fiebelkorn, Joachim Mercenario alemán del SES. Terrorista internacional y ex miembro de la Legión Española. Primer Comandante del GEC del FBJ. Prófugo de la justicia italiana, en Brasil o Paraguay.
Forlangier, Napoleón Mercenario francés procedente de la Legión Extranjera. Instructor militar del FBJ.
Fuentes, Raúl Informante. Siglo XX.
Gallardo, Juan Carlos Encargado de la imprenta en la UMSA.
Gamarra Zorrilla, José Jefe de grupo en La Paz.
Gamón, Pascual Ex dirigente campesino. Jefe de grupo en LaPaz.
Gantier Quispe, Carlos Maestro rural. Torturador. Cochabamba.
García, Juan Carlos Narcotraficante. Agente del SES.
García Ricaldi, Angel Teniente Coronel retirado. Subjefe de la Sección de Inteligencia del Ejército en 1980. Apresado por narcotraficante.
Gómez Laterrada, Carlos Delator. Contraloría de Cochabamba.
González, Francisco «Paco» Contacto con narcotraficantes. Santa Cruz.
González, Percy Guardaespaldas de Widen Razuk.
González Bonorino, Martín y «Gordo» Mercenarios argentinos del grupo de Mingolla. Terroristas.
Gutiérrez, Jaime Narcotraficante. Segundo Comandante del GEC del FBJ.
Gutiérrez, José Luis Agente del Min. Interior.
Gwinner, Kai Mercenario alemán del FBJ.
Herrera, Fernando Director de la TV. Agente del SES.
Hinojosa, N. Capitán. Subjefe del SES, luego del DIE.
Hirsch, Elías Jefe de grupo en Cochabamba.
Hoefle, Franz-Josef . Mercenario alemán del FBJ
Hurtado de Araoz, Manuela Informante. Cochabamba.
Irazoque, Carlos Agente del Min. Interior.
Ivanovich, Andrés «Flaco» De FSB. Subdirector de Lotería Nacional. Agente de Min. Interior.
Jordán, Mario De la banda de Gary Alarcón.
Koeller, «El Largo» Cochabamba.
Konter, Manfred Mercenario alemán del FBJ.
Kopplin, Herbert Manfred Paul «Ike» Mercenario alemán del FBJ. Ex miembro de la Legión Extranjera. Agente del Consejo Nacional de Lucha contra el Narcotráfico.
Kullmann, Willi Herbert Manfred Mercenario alemán del FBJ. Agente del Min. Interior. Apresado en Brasil.
Landívar, Rodolfo «Rudy» Capitán. Ex Coordinador del Pacto Militar-Campesino en Santa Cruz. Jefe de grupo en Santa Cruz.
Lauer, Heinz Ex oficial de las Tropas de Asalto SS del Ejército alemán. Alto funcionario del Min. Interior.
Leclere, Jacques Edouard Mercenario francés. Terrorista procedente de la antigua OAS.
Lewandowski, Hans Jürgen Mercenario alemán del SES. Ex soldado de las Tropas de Asalto SS nazis y ex miembro de la Legión Extranjera. Asesinado por Fiebelkorn en Santa Cruz en noviembre de 1980.
Linale, «Mimo» Agente del SES.
Loayza, Rafael Coronel. Torturador. Ex jefe del DOP. Especialista en interrogatorios e investigación política. Funcionario permanente del Min. Interior.
López, Darío Campesino. Norte de Potosí.
Loza, «Goyo» Torturador. Min. Interior.
Magariños, Nicanor Funcionario en la Facultad de Ciencias Puras de la UMSA. Agente del Min. Interior
Maldonado, Gualberto Maestro rural. Torturador. Grupo «Los Tigres» de Cochabamba.
Maldonado, Ismael y Edgar Hermanos y cómplices del anterior.
Maldonado Miranda, Aurelio Supervisor de Escuelas Rurales. Cochabamba.
Martínez M., Pedro Integrista católico y miembro de la Liga Mundial Anticomunista-Sección Bolivia. Jefe de la División de Personal de la UMSA.
Mena Burgos, Carlos Coronel. Ex jefe de Inteligencia y de Operaciones del Min. Interior. Ex ministro del Interior. Asesor de la Sección de Inteligencia del Ejército.
Menacho, «Chicho» Santa Cruz.
Menacho, Edwin Casto Santa Cruz.
Menacho, Rosendo Santa Cruz.
Méndez Peinado, José Control del Aeropuerto de Santa Cruz.
Méndez V., Víctor Hugo Jefe de la zona de Oruro.
Méndez, Teófilo Informante. Huanuni.
Mendíaz, Víctor Coronel argentino. Responsable de la represión en el norte de Argentina y de las incursiones de comandos terroristas en el sur de Bolivia. Enlace de los «asesores» argentinos con el Coronel Faustino Rico Toro.
Mendizábal, Guillermo Informante. Colquiri.
Mendizábal, Víctor Hugo Del Comando «Los Albertos», asesino de Luis Espinal.
Mingolla, Alfredo Mario Mercenario argentino. Agente del Min. Interior. Terrorista y provocador.
Molina, Lisandro Campesino. Santa Cruz.
«Mono Relojero» Del Comando «Los Albertos», asesino de Luis Espinal. Terrorista.
Monroy Munguía, Fernando «Mosca» De FSB. Terrorista. Jefe de grupo en La Paz y gangster en Santa Cruz. Asesinado en Santa Cruz en junio de 1982.
Monroy Munguía, N. Hermano del anterior. Del FBJ.
Montaño, N. Capitán. Del SES.
Montero, Nelo Mayor del Ejército. Coordinador del Pacto Militar-Campesino en Cochabamba.
Montero Negri, Humberto Norteamericano. Traficante de armas y de cocaína.
Montes Nieto, Norach Agente de la Sección II del Ejército en la UMSA.
Morant, Ernesto Torturador. Santa Cruz.
Morato, Oscar Informante. Santa Cruz.
Moscoso, Guillermo Agente de la DIN. Torturador. Min. Interior. Asesino de Luis Espinal.
Moscoso, Tomás Agente del SES. Narcotraficante.
Moya, Atilio Benito Mercenario argentino. Santa Cruz.
Muñoz, Lidia de Informante. Colquiri.
Muñoz Torres, Weymer Capitán. De la Sección II del Ejército.
Nielsen, Roberto Capitán. Jefe de Seguridad de García Meza.
Orellana, Juan Campesino. Cochabamba.
Ormachea, Víctor Torturador. Min. Interior.
Ortega, Justo Director de núcleo de escuelas rurales. Torturador. Jefe de grupo en Cochabamba.
Ortega, Víctor Hugo Del Comando «Los Albertos», asesino de Luis Espinal.
Ortiz Gutiérrez, A. Ramón Del FBJ. Apresado en Brasil.
Osco, Dionisio Dirigente campesino. La Paz.
Ostria Trigo, Marcelo Funcionario del Ministerio de Relaciones Exteriores.
Otarola, Juan Carlos Del Comando «Los Albertos», asesino de Luis Espinal.
Otero Arrién, Edmundo «Piqui». Jefe de grupo en Santa Cruz. Apresado por narcotraficante.
Pacheco, Alex Narcotraficante. Enlace con Arce Gómez.
Pamo, Melquiades Torturador. Min. Interior.
Paz, José «Pepe» Narcotraficante. Montero.
Paz Hurtado, Manuel Capitán de la Fuerza Naval. Narcotraficante.
Penseroli, Imelda Lourdes
y Rosa Mariana Mercenarias argentinas. Del FBJ. Apresadas en Brasil.
Peredo, Luis Informante. Huanuni.
Pereira, «Mozo» Santa Cruz.
Pereira Quiroga, Alvaro Director distrital de escuelas rurales. Jefe de grupo en Cochabamba.
Pereira Quiroga, Elena Hermana del anterior.
Pernia, Antonio (a) «Rata»«Trueno» o «Martín» Capitán argentino. Destacado torturador de la ESMA y agente de Inteligencia para operaciones en el exterior. Agregado Naval de la Embajada de Argentina en La Paz. Asesor del SES.
Perrota, N. Capitán argentino. Agregado Naval de la Embajada argentina en Santa Cruz de la Sierra.
Pinto, Rufino Dirigente transportista. La Paz.
Pizarroso, N . Teniente. Del SES.
Poggi de Quesada, Rosario Coordinadora de los paramilitares en el Min. Interior.
Portocarrero, Edwin Agente del Min. Interior en la UMSA a cargo de la parte docente.
Puyol, Germán Capitán. De la Sección II del Ejército.
Quiroga, Fernando «Freddy» (a) «Lince» Coronel. Ex jefe del SIE. Fundador y jefe del SES, luego del DIE. Corresponsable de la organización de bandas paramilitares.
Quiroga, Orlando «Caballo», De la Aduana de Cochabamba.
Ramírez, Jaime Agente del SES. Narcotraficante.
Razuk Abrene, Widen Prefecto de Santa Cruz bajo Bánzer. Terrorista. Narcotraficante. Jefe de grupo en Santa Cruz.
Recacochea, Carlos Santa Cruz.
Rivera, Soledad Magisterio. Cochabamba.
Roca, Lorgia Funcionaria del Min. Interior en Montero. Enlace con narcotraficantes.
Rocha, Lucio Jefe del Departamento de Acciones y Control de la UMSA. Agentes del SES.
Rocha, Oscar Del Comando «Los Albertos», asesino de Luis Espinal.
Rojas, Anacleto Campesino. Cochabamba.
Rojas, Marcelo Oficial de la Fuerza Naval.
Sagra, Oscar Mercenario argentino procedente de la AAA. Informante.
Salamanca Trujillo, Daniel Subsecretario del Min. Interior bajo Arce Gómez. Ideólogo y panfletista de los paramilitares.
Salamanca Trujillo, Hugo Hermano del anterior. Secretario privado de García Meza.
Salazar, Pedro Sargento. Del GOESP.
Salinas, Walter Interventor de la Federación de Maestros Rurales de Cochabamba.
Sánchez, José Luis Machiavello Mercenario peruano. Del FBJ. Apresado en Brasil.
Sánchez de Loria, Gonzalo Catedrático en la UMSA.
Sánchez Peña, Pablo Agente del SES.
Sandoval Morón, Willy Encargado de la recaudación de impuestos a los grandes transportistas de coca a nombre del SES.
Santa Cruz, Antonio Jefe de personal en unidad sanitaria de Cochabamba.
Saravia, N . Capitán. Del SES.
Schelling, N. (a) «Pingüino»,«Mariano» o «Miranda» Capitán argentino. Torturador. Jefe de Inteligencia del aparato represivo de la ESMA en Buenos Aires y agente para operaciones en el exterior. Responsable del equipo de expertos en Terrorismo e Inteligencia de la ESMA que se trasladó a Bolivia en 1980.
Schelling, N . Coronel argentino. Hermano del anterior. Profesor en la Escuela de Estado Mayor en Cochabamba.
Schramme, Jean Mercenario belga. "Coronel" de mercenarios y ex jefe de Policía en Katanga (ex Congo belga, hoy Zaire). Beni.
Soto, N . Capitán. Tránsito de Cochabamba.
Stellfeld, Hans Joachim Mercenario alemán del FBJ. Ex soldado nazi. Guardaespaldas de Ustarez. Muerto (por sobredosis de cocaína) o asesinado(por Hoefle y Konter) en Santa Cruz en diciembre de 1980.
Suárez, Héctor Agente del Min. Interior.
Téllez Mier, Víctor Cochabamba.
Torres, Hilarión De FSB. Jefe del Departamento de Inscripciones y Registros de la UMSA.
Torres Vilela, Melquiades (a) «Jemio» Detective de la DIN. Torturador. Min. Interior. Asesino de Luis Espinal.
Torrico, Epifianio Magisterio. Cochabamba.
Torrico, Santiago Campesino. Norte de Potosí.
Trigo, Raúl Del Comando «Los Albertos», asesino de Luis Espinal.
Trujillo, Galo Luchador profesional. Torturador. Min. Interior rior. Asesino de Luis Espinal.
Urefia, Adalid Magisterio. Cochabamba.
Usnayo, Marcial Agente de la DIN y del SES. La Paz.
Ustarez Ferreira, Adolfo Contralor General de la República bajo García Meza. Integrante y portavoz de los GOA.
Vaca, Oscar Román Presidente del comité Pro Santa Cruz bajo Bánzer. Ministro de Salud bajo Pereda. Prefecto de Santa Cruz bajo García Meza. Terrorista.
Vacaflor, Juan Teniente Coronel. Ex jefe del SIE. Jefe del GOESP.
Vaca Díez de Ortiz, Tatiana Del FBJ. Apresada en Brasil.
Valdivia, Alberto Oficial del Ejército.
Valdivia, Alfonso Catedrático de Metalurgia en la UMSA.
Valenzuela de Alvarez, Marina . Informante. Cochabamba.
Valverde Barbery, Carlos Organizador de los grupos de choque de FSB. Terrorista. Ministro de Salud bajo Bánzer. Jefe de grupo en Santa Cruz.
Van de Zande, Róger Mercenario belga. Del grupo de Schramme.
Van de Zande, N. (a) «Tigre» Mercenario belga, hijo del anterior. Del SES. Torturador.
Van Ingelgom, Álbert Mercenario belga. Ex oficial de las Tropas de Asalto nazis. Del grupo de Schramme.
Vargas, Willy Cochabamba.
Vázquez, Beatriz De la División de Bienestar de la UMSA.
Velarde E., Percy Torturador. La Paz.
Velázquez Paz, Carlos . Supervisor de Escuelas Rurales. Torturador. Cochabamba
Velázquez, Nancy R. de Esposa del anterior.
Vildoso, Franklin Informante. La Paz.
Vollmer, Carsten Mercenario alemán del FBJ. Ex miembro de la Legión Extranjera.
Valterkirche, Wolfgang Mercenario austríaco del FBJ. Apresado en Brasil
Zambrana, Jorge Aeropuerto de Santa Cruz.
Zanabria Pérez, Félix . Guardaespaldas del Mayor Nelo Montero
Zegarra, Walter Notario en Quillacollo.
Zuna, Humberto Informante. Huanuni.

Principales Jefes y oficiales de las Fuerzas Armadas con poder de mando sobre los Paramilitares

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Principales Jefes y oficiales de las Fuerzas Armadas con poder de mando sobre los Paramilitares

1. Coronel Luis Arce Gómez. Ex jefe del Dep. II EMGE. Ex ministro del Interior. Ex director del Colegio Militar. Director de la Escuela de Inteligencia Militar.
2. Coronel Faustino Rico Toro Ex ministro del Interior. Ex jefe del Dep. II EMGE. Jefe de la Casa Militar de García Meza. Director del Colegio Militar.
3. Coronel Freddy Quiroga Ex jefe del SIE. Jefe del SES, luego del DIE.
4. Coronel Carlos Rodrigo Lea Plaza Jefe del Dep. III EMGE y del COC.
5. Coronel Rafael Loayza . Funcionario permanente del Min. Interior
6. Coronel David Fernández Viscarra Jefe de la Sección de Inteligencia de la Fuerza Aérea.
7. General Natalio Morales Mosquera Comandante de la Fuerza Aérea. Integrante del COC.
8. Capitán Hinojosa . Subjefe del SES, luego del DIE
9. Coronel Carlos Mena Burgos . Ex jefe de Inteligencia del Min. Interior. Ex ministro del Interior
10. Teniente Coronel Juan Vacaflor . Ex jefe del SIE. Jefe del GOESP
11. Coronel Carlos Casso Michel . Jefe de Inteligencia del Min. Interior
12. Capitán Montaño Del SES.
13. Capitán Saravia Del SES.
14. Teniente Pizarroso Del SES.
15. Capitán Weymer Muñoz Torres Del Dep.II EMGE.
16. Capitán Germán Puyol Del Dep.II EMGE.
17. Capitán Rudy Landívar Ex coordinador del Pacto Militar-Campesino.
18. Mayor Nelo Montero Coordinador del Pacto Militar-Campesino.
19. Mayor Daniel Clavijo Coordinador de grupos campesinos.
AAA = Alianza Anticomunista Argentina o «Triple A». COC = Comando de Operaciones Conjuntas. Dep. II EMGE = Departamento II (inteligencia) del Estado Mayor General del Ejército. Dep. III = Departamento II (Operaciones). DID = Dirección de Investigación Departamental DIE = Dirección de Inteligencia del Estado. DIN = Dirección de Investigación Nacional. DOP = Departamento de Orden Político. ESMA = Escuela de Mecánica de la Armada. FBJ = Frente Bolivia Joven. FSB = Falange Socialista Boliviana. GEC = Grupo Especial de Comando. GOA = Grupos Operacionales de Apoyo. GOESP = Grupo de Operaciones Especiales. OAS = Organisation Armée Secrète SES = Servicio Especial de Seguridad. SIE = Servicio de Inteligencia del Estado. UMSA = Universidad Mayor de San Andrés, de La Paz. Min. Interior = Ministerio de lnterior.





Notorious Bolivian School of the Americas Graduates
*Miguel Alvarez Delgado 1977 Joint Operations Links to drug trafficking: Accused in the "Narconavales" case of cashing checks that came from a drug-trafficking ring. The proceedings against him were stayed in 1997. (RAI)
Luis Arce Gómez 1958, Communications Officer
1958, Tactical Officer, Radio Repair Armed insurrection (convicted), 1980: With Garcia Meza Tejada, Arce Gómez plotted and executed a bloody coup, which occurred on July 17, 1980. (Garcia Meza became "president" and Arce Gómez minister of the Interior.) Prior to the coup, Arce Gómez was in charge of assembling a paramilitary force to overthrow the government. (One of his recruits was Klaus Barbie.) (AW:BTR)
Drug trafficking (convicted), 1989: Arce Gómez, who was declared a fugitive from justice in 1986, was captured by Bolivian police in 1989. With the approval of the Bolivian government, he was handed over to the United States and is currently serving a 30-year sentence in Miami for drug-trafficking. (AW:BTR)
GEN Hugo Banzer Suárez 1956, Motor Officer Course
1988, SOA "Hall of Fame"
1989, Guest Speaker Military dictator, 1971-78: Achieved power by means of a violent coup. Developed the "Banzer Plan" to silence outspoken members of the Church; the plan became a blueprint for repression throughout Latin America. Also known for sheltering Nazi war criminal Klaus Barbie, "The Butcher of Lyons," and for supporting and collaborating with Garcia Meza's regime. (AJC, 10/30/88; AW:BTR)
*Grover Bilbao Terrazas 1967, Cadet Course Drug-trafficking: Accused and sentenced in the "Narcoavion" case (1995) as a drug supplier. (RAI)
*Luis Caballero Tirado 1993, Curso de Comando y Estado Mayor (0-3)
1990, Psychological Operations O-22
1990, Operaciones de Estado Mayor Mistreatment of prisoners: When the president of the Human Rights Commission visited the headquarters of UMOPAR (Mobil Rural Patrol Units), he discovered 93 detainees, including two minors and one prisoners with fractured ribs and a punctured lung from being kicked by UMOPAR agents under Caballeros' command. Caballero has also publicly admitted that 40% of the operations carried out under his command involve human rights violations such as excessive use of force. (VDHL)
*Isaac Chavarria Diez de Medina 1968 Cadet Course
1970 Officer Gen. Supply Drug-trafficking: Primary defendant in the "Narcovinculos" case (1994-6). Died in 1995 in a La Paz jail due to lack of medical attention.
Cpt Gonzalo Cuellar Justinio 1990, General Staff Officer Course Mistreatment of prisoners, 1990: Cuellar Justinio has been charged with illegal detention of prisoners, assault, soliciting pay-offs in exchange for releases, forcing prisoners to sign false confessions. (AIN)
GEN Mario Escobari Guerra 1959, Engineer Officer Course Issuing unconstitutional decrees (convicted) in cooperation with armed insurrection, 1980: Convicted in April 1993 for signing unconstitutional decrees in cooperation with Garcia Meza. (BSC)
*Carlos Fernandez Gonzalez 1961, Military Intelligence Links to drug trafficking: Fernandez Gonzalez was relieved of his position as Undersecretary of the Interior under the government of Lidia Gueiler (1980) due to concrete evidence of his links to drug trafficking. Later he regained his image and was named President of the National Council for the Struggle Against Drug-Trafficking. However, in 1983, he was accused of involvement with the disappearance of 150 kilos of cocaine. He also was relieved of his duties as head of the Special Security Forces of the Ministry of Interior after he was accused of covering up drug-trafficking. (RAI)
Ruben Dario Guzmán Hurtado 1970, Small Unit Warfare Issuing unconstitutional decrees and fraud (convicted) in cooperation with armed insurrection, 1980: Guzmán Hurtado was sentenced in April 1993 on charges related to Garcia Meza's 1980 coup. (BSC)
CPT Carlos Helguero Larrea 1970, Small Unit Warfare Armed insurrection (implicated), 1980: Implicated in cases of murder committed in association with the Garcia Meza coup in 1980. (BSC)
*Pablo Oswaldo Justiniano Vaca 1986, Comando y Estado Mayor Drug trafficking: Primary defendant in the "Narconavales" case, accused of running a drug trafficking ring in the Navy since 1975. Detained in 1995. Also implicated in the exchange of brazilian tin for cocaine in 1989.
*Freddy Lopez Arispe 1962, Infantry Officer Course Illegal arms trafficking: Detained in 1993 on charges of arms trafficking to the ex-Yugoslavia. (RAI)
CPT Tito Montaño Belzu 1970, Small Unit Warfare Armed Insurrection, murder (convicted), 1980: Paramilitarist Montaño Belzu was sentenced (on April 21, 1993) to 30 years in prison for murder, and 20 years for genocide, in connection with Garcia Meza's bloody 1980 coup. (AW:BTR)
SGT Franz Pizarro Solano 1979, Commando Operations Murder of Marcelo Quiroga Santa Cruz: On May 2, 1998, Interpol began an international search for Pizarro Solano, who is suspected of assasinating the Bolivian socialist leader and ex-minister Marcelo Quiroga Santa Cruz on July 17, 1980 during Garcia Meza's coup. Pizarro Solano is reported to have been living and working in Japan for years. (Clarín, May 3, 1998)
COL Avelino Rivero Parada 1977, Joint Operations Issuing unconstitutional decrees (convicted) in cooperation with armed insurrection, 1980: Convicted in April 1993 for signing unconstitutional cooperation with Garcia Meza - Including annulments of democratic elections, abnegation of trade union rights, purging university teaching and administrative staff, illegal purchases of land, vehicles and aircraft for the armed forces, and dismissal and replacement of the Bolivian Supreme Court. Rivero Parada was minister of public health and social security under Garcia Meza. (AW:BTR)
Ltc Freddy Quiroga-Reque 1980, Joint Operations Course Armed insurrection, murder (convicted), 1980: Sentenced (on April 21, 1993) to 30 years in prison for murder in connection with Garcia Meza's bloody 1980 coup (AW:BTR, BSC)
Vice-Admiral Alberto Saenz Klinsky 1973, "O-4" Minister under Garcia Meza: Saenz Klinsky was a member of Garcia Meza's second cabinet, but was never formally charged with issuing unconstitutional decrees. (AW:BTR)
COL Rogelio Vargas 1990, General Staff Officer Course Mistreatment of prisoners, 1990: 240 prisoners were beaten, denied food, forced to stay on their knees for hours on November 7, 1990. (AIN)
GEN Guido Vildoso Calderón 1962, Infantry Weapons and Tactics Military dictator, 1982: Achieved power by military appointment. (WP, 5/19/94)



Information researched by Vicky Imerman and Heather Dean.


LA DICTADURA DE BANZER:Para obtener del General Banzer la liberación de sus maridos, militantes sindicales mineros, cuatro mujeres decidieron hacer una huelga de hambre unos días antes de la Navidad del 77. La dictadura es una de las más duras historias de Bolivia, con todos los partidos y sindicatos prohibidos y la oposición encarcelada o deportada. 22 días más tarde, cuando el número de huelguistas pasaba de 1.000, Banzer es obligado a ceder. Y seis meses más tarde a abandonar el poder.
En agosto de 1971, el coronel Banzer, apoyado desde el exterior por Brasil y desde el interior por parte del ejército, llevó a cabo un golpe de estado. Se trataba del 185 cambio de régimen desde su independencia en 1885. Banzer decía "que actuaba en nombre del nacionalismo cristiano, para expulsar del país al extremismo utópico, acabar con un régimen anárquico y depredador y sustituir el caos por el orden".

En noviembre se restableció la pena de muerte; en junio del 72, un decreto ley autorizaba la detención ilimitada y sin juicio por motivos políticos; en el 74, todos los partidos, sindicatos y reuniones públicas fueron prohibidas. El Coronel se hizo General Presidente; expulsando del gobierno a los escasos civiles que todavía quedaban, dispuso de un gobierno enteramente militar. Sería la más larga dictadura boliviana.

Si este tipo de gobierno es frecuente en Sudamérica, en Bolivia presenta características específicas. En el plano humano, su población tiene la mayor proporción de indios: las ¾ partes aproximadamente. Campesinos y mineros, son los más pobres. Un minero gana un dólar por diez horas de trabajo al día y su esperanza de vida es de 35 años. El campesino boliviano, más miserable todavía, es el más pobre del continente, aun cuando su país por sus recursos minerales (estaño, cobre y oro) es el más rico. Desde el siglo XVI esta mayoría india ha sido mantenida al margen de la vida política. De extrema derecha a extrema izquierda, la clase política está integrada por los criollos, descendientes de los conquistadores españoles.

Desde un punto de vista geográfico, Bolivia no tiene costas desde su derrota frente a Chile en 1884. La cuestión del acceso al mar fue siempre utilizada por el poder para despertar un nacionalismo popular y establecer, con su apoyo, una cohesión puesta en peligro por sus dificultades internas.

En 1977 el régimen atravesó grandes problemas económicos y políticos. A una resistencia interna, se unió la reserva del nuevo presidente de USA. Jimmy Carter no se prestó a mantener sistemáticamente estos regímenes duros pero minoritarios que pueden hacer aguas a la primera revuelta. En noviembre, Banzer anuncia medidas democratizadoras: Liberación de la prensa y de las instituciones, la liberación de los presos, retorno de los exiliados y elecciones en julio del 79... prometidas desde el 74. Para ser creído, toma una medida inmediata: autoriza el Congreso de la Asamblea Permanente de los Derechos del Hombre (APDH).

Los trabajos del Congreso denunciaban, naturalmente, las decisiones relativas a los presos y exiliados. Banzer mintió, ya que los exiliados no eran 600 sino más de 1.000. 348, entre ellos los principales líderes mineros y campesinos, eran excluidos de la amnistía. ¿De qué democracia se estaba hablando si la oposición seguía en la cárcel?. La cólera estalló; "Presencia", el importante periódico católico, publicó la lista de los excluidos. Algunos días más tarde, el 28 de diciembre del 77, cuatro mujeres y 14 niños se instalaron en los locales del Arzobispado de la Paz. Son mujeres y niños de mineros excluidos por el decreto.

La primera declaración de los huelguistas, hecha una vez que tomaron contacto con curas y miembros de la APDH situó su postura:
1) Amnistía General para todos los presos y exiliados por razones políticas.
2) La reintegración en su trabajo de los obreros expulsados.
3) La derogación del decreto que prohibía las organizaciones sindicales.
4) La derogación del decreto que declaraba las minas "zona militar" (presencia permanente del ejército).

No se trataba por tanto, para estas cuatro mujeres, de una lucha por liberar a sus maridos, sino por la liberación del conjunto de los presos políticos. Esta afirmación será repetida a los diferentes funcionarios encargados de encontrar un "arreglo al conflicto" por el examen de casos individuales. Aparte de la APDH, para la que la autorización de su Congreso equivalía a un reconocimiento de la organización, las primeras declaraciones de solidaridad provinieron de organizaciones clandestinas sindicales y políticas de oposición. El tercer día el Ministerio del Interior denunció el carácter subversivo de esta acción y los medios de comunicación alertaron a la opinión sobre los peligros, en particular para los niños. Es entonces cuando una decisión de la APDH va a modificar la relación de fuerzas: los 14 niños serán sustituidos por 14 miembros de la asociación. Tratándose esta vez de personas conocidas en los medios católicos y de defensa de los Derechos del Hombre, pero no representativos de la oposición política al régimen, la protesta salió de su cuadro tradicional y ganó a una parte cada vez mayor de la población.

El cuarto día, un grupo de huelguistas se instaló en los locales de Presencia, posteriormente en otras iglesias de la Paz, y en las principales ciudades del país. El noveno día entre los huelguistas hay curas, estudiantes, campesinos (esto es nuevo en la medida en la que los dictadores han utilizado a los campesinos para reprimir las manifestaciones obreras y viceversa). Los servicios oficiales anuncian una huelga general de apoyo al régimen, sostenida por el ejército y los grupos paramilitares. Este día se reanuda el trabajo...

Las primeras intervenciones policiales tiene lugar al undécimo día, cuando el movimiento cuenta con 200 personas; En las fábricas, los "coordinadores de trabajo" nombrados por la administración son reemplazados por delegados sindicales elegidos. Llegan del extranjero adhesiones.

Banzer espera desbloquear la situación pidiendo la mediación del Cardenal Primado de Bolivia, Mauer. Este cree un deber aceptar una misión de conciliación, que se revela como una trampa para él y el movimiento: un acuerdo de amnistía para todos... "a excepción de los bolivianos que caigan bajo las leyes en vigor en el país". El rechazo de los huelguistas, - 14 de enero de 1978, 18º día, 1.000 personas en huelga- desencadenan la entrada de la fuerza policial en los locales donde están instalados, incluso las iglesias, lo que es un mayúsculo error en América Latina. El Arzobispo de La Paz amenaza con excomulgar a los policías profanadores y a sus jefes. Para la comunidad católica - y para numerosos marxistas- se trata ahora de defender también a la iglesia, víctima de la violencia del gobierno Banzer. La prensa internacional, presente en las intervenciones policiales, remarca este hecho. Y se publican fotos. Obispos de Europa y América, y el Presidente del Consejo Mundial de las iglesias mandaron telegramas de solidaridad a Monseñor Manrique, Arzobispo de la Paz. El Cardenal Mauer publica una declaración en la que señala el valor cristiano y humano de la lucha de los huelguistas de hambre y pide al gobierno que no utilice la violencia sino que conceda la amnistía.

El 18 de enero, a los 22 días de huelga (más de 1.200 huelguistas) se llega a un acuerdo entre el representante del gobierno y el presidente de la APDH, en presencia de Monseñor Manrique. Se consiguió al fin "Una amnistía general a favor de todos los bolivianos arrestados, exiliados, desterrados o rebeldes, por motivos políticos o sindicales". El texto precisa las condiciones de reintegración en las minas y "las garantías ofrecidas a las personas que han participado en la huelga de hambre o en su apoyo".

Por la noche, el General Banzer declara "poder en lo sucesivo continuar su plan de democratización" no sin antes precisar que "la amnistía general no dejará sin castigo a los enemigos de Bolivia"... Desacreditado en el extranjero tanto como en Bolivia, Banzer no sobrevivirá seis meses a la huelga de hambre. En la mayor confusión, abandonará el poder en julio. Pero entre agosto y septiembre del 78, nueve presidentes se sucederán a la cabeza del país y en septiembre los militares tomarán el poder con un golpe de estado.


LA HUELGA DE HAMBRE: CATALIZADOR DE UN MOVIMIENTO NACIONAL DE RESISTENCIA.

La huelga de hambre masiva, por su forma, sus objetivos, su amplitud, ha cristalizado un movimiento nacional de resistencia, dinamizado a una oposición que no había conseguido expresarse durante la dictadura.

Medios de represión inadecuados.
En efecto, los años de dictadura habían permitido poner a punto medios de represión a toda prueba. La utilización de carros y vehículos blindados era una práctica corriente en Ovando, Barrientos, Miranda y Banzer. El menor desfile de mineros provocaba decenas de muertos, pues no dudaban en descargar las metralletas contra los manifestantes. La fuerza de la huelga de hambre fue el no haber dado a Banzer el pretexto de la lucha contra la violencia. Sus medios de represión, siendo considerables, se mostraron inadecuados. Para desacreditar al movimiento Banzer intentó utilizar las técnicas clásicas de la contrasubversión esforzándose en mostrar que eran "acciones de extremistas, guiadas por delincuentes, que estas mujeres están manipuladas, que los líderes teledirigidos de Moscú, etc". Pero los hechos eran otros y- se verá por qué- correctamente transmitidos por los medios de comunicación. Tanto en el plano militar como en el político, Banzer se encontró desde el comienzo de la huelga de hambre con la imposibilidad de hacer un uso eficaz de los medios típicos de represión.

Una forma de acción imprevista.
Ni el gobierno, ni la oposición, ni incluso las cuatro mujeres que lanzaron el movimiento podía prever su asombrosa evolución. Cuando ellas preparaban esta huelga de hambre su objetivo era la liberación de sus cuatro maridos y nada más. Para algunas de ellas, militantes marxistas, la huelga de hambre era un arma burguesa, lo suficientemente buena para obtener un poco de libertad, pero en ningún caso, un arma revolucionaria portadora de cambios profundos. Fue después de sus primeros contactos con curas y miembros de la APDH cuando su protesta incluyó al conjunto de los presos.

Una lucha espontánea.
Ninguna formación sindical o política había sido informada de la decisión. Unidos por una coordinación bastante informal, constituida sólo cuando comenzaron las discusiones con el gobierno, los grupos de huelguistas eran en realidad muy autónomos. Se negaron a conciliar la eficacia de las decisiones y la descentralización del movimiento. Después de haber hablado de un "levantamiento bien planificado", el Ministro del Interior declaraba el 6 de enero, día de la primera huelga de apoyo al régimen, que se trataba de "una subversión en marcha cuya cabeza era invisible". ¡ Y sólo Dios sabe cómo, para un espíritu militar, esta imposibilidad de determinar "quien es el jefe" es un serio handicap!.

Fue una lucha de mujeres.
Su enrolamiento en la huelga no constituye en absoluto una novedad, pues desde el mandato del General Ovando en 1964, desde que el ejército procedió a arrestos masivos de mineros, fueron ellas quienes organizaron e hicieron crecer la resistencia. A través de los comités de amas de casa crearon una estructura de vida paralela que tuvo un papel determinante en los numerosos conflictos. En las regiones mineras, la actividad de algunos sindicatos estaba totalmente garantizada por las mujeres, muchas de ellas esposas de presos y exiliados. Por ello, muchas también conocían las cárceles y los malos tratos de los hombres del Departamento del Orden Político.

Entran en acción obreros y campesinos.
El que los huelguistas hubieran tenido en cuenta las reivindicaciones del sindicato minero y de las organizaciones clandestinas de campesinos, fue lo que provocó la solidaridad de los obreros y campesinos. Además, su presencia cara a cara en las condiciones físicas y morales de la huelga de hambre, tendió a acercarles más todavía en una verdadera "comunión de lucha". Y al contrario de lo que antes era la regla, el poder no consiguió poner en juego el viejo antagonismo obreros- campesinos.

El papel de la iglesia.
Fue considerable. Se encontró ante una situación que no había previsto. Como otros jefes de estado, Banzer intentó utilizarla en su provecho. Pero la jerarquía ya no podía esconderse tras el parapeto del "comunismo internacional". Por su naturaleza, la huelga interpelaba directamente a la Iglesia-institución, es decir a los obispos. La intervención de la policía en los lugares de la huelga, incluso en las iglesias, fue un golpe mortal para Banzer. Este tipo de intervención, impopular en las democracias occidentales, es inconcebible en América Latina por el peso que tiene la Iglesia. Banzer iba a pagar cara esta falta de apreciación. Sin embargo, pocos pensaban que la Iglesia tomaría una decisión tan grave presentada además como ultimátum: por boca de su Arzobispo de la Paz, amenazaba con la excomunión a los policías profanadores y a sus jefes, y, más todavía, con cerrar las iglesias del país durante tres días, "si no se encuentra una solución en 24 horas". Así, después de haber tomado parte por el movimiento, la iglesia pedía "a las dos partes" encontrar una solución.

"Presencia" y la prensa.
Liberalizada por Banzer en el marco de las "medidas concretas" de 1977, con el fin de demostrar la buena fe de su "vasto programa de democratización", la prensa se encontró obligada a dar cuenta de los acontecimientos. Por su extrema descentralización, tanto en la capital como en los centros de provincia, la huelga y las iniciativas que suscitaba tenían por testigos si no por actores a miles de bolivianos. "Presencia", periódico católico y liberal, no sólo ha beneficiado esta relación de fuerzas sino que también ha contribuido ampliamente en afirmarla. Su moderación y el rigor de sus informaciones le hacían políticamente difícil de censurar. Se comprende así el error del Presidente cuando decidió evacuar los locales de presencia. Y, lo que es más, en presencia de numerosos periodistas extranjeros. Estas operaciones provocaron vivas protestas de colaboradores de este periódico y una fuerte solidaridad de sus compañeros agrupados en "Prensa-radio". Esta organización forma parte del consejo de la APDH.

UNA Victoria de la noviolencia.
Los acontecimientos que siguieron a la huelga de hambre y que acabaron en julio con la caída del General se deben, según la opinión de sus testigos, sus actores y la prensa en general, al carácter noviolento de los medios empleados en enero. En efecto, fueron estos medios los que permitieron por primera vez el encuentro y después la convergencia de oposiciones tradicionales. Pues, si desde siempre las Juntas Militares saben que sus "adversarios naturales" son los partidos y sindicatos de oposición contra los cuales la violencia ha tenido éxito frecuentemente, la huelga de hambre reveló actitudes críticas en el seno del ejército, en la jerarquía de la Iglesia, en la pequeña burguesía liberal, etc.

La forma de acción elegida es acorde con el tipo de reclamaciones: a la violencia del régimen se opone la noviolencia y, ya que la dictadura impide vivir, se ofrece espectacularmente la vida para obtener ese mínimo de libertades sin los cuales la vida no es posible. Además, los actores de esta extraordinaria puesta en escena no son los actores políticos ordinarios. A las cuatro mujeres de mineros se añaden religiosos y religiosas, jóvenes, estudiantes, es decir, actores sociales y no políticos, en el sentido de que ninguno de estos grupos o personas se lanzan a la búsqueda del poder. Los sindicatos y algunos partidos políticos apoyan sin ninguna duda la huelga, pero en ningún momento son ellos quienes la controlan ni fijan su contenido. Así, cada uno puede unirse y reconocerse en ella, pues no se trata de una acción concertada y planificada sino de un movimiento que encuentificada sino de un movimiento que encuentra en lucha su propia dinámica.